Los hobbies son actividades que enriquecen en lugar de distraer, desde pescar al amanecer hasta pintar o montar a caballo. En Dapper Magazine te traemos los 120 hobbies más atractivos que un hombre puede tener. Como la lista es muy larga, esta es solo la primera parte.
Sabemos que los mejores hobbies para hombres son aquellos que requieren intención e imaginación. Llega un momento en la vida de todo hombre en el que se sienta frente a su escritorio, con correos electrónicos, opiniones y tal vez una membresía compartida que usa de vez en cuando, por insistencia de su pareja. Nada que pueda nombrar como un interés propio.
Los mejores hobbies: Parte I
Cata de vinos
Con un vino puedes hablar del clima, los viajes, negocios, relaciones… básicamente, de todo. Un hombre con una copa y una expresión pensativa parece sabio, incluso si solo tiene sed. El secreto no es identificar los sabores, sino describirlos.
Navegar en bote
Discute con el viento, domínalo; la navegación puede transformar un día aburrido de pesca en toda una aventura. Hay algo irresistible en un hombre que puede gritar términos náuticos a sus amigos mientras se ve heroico en el timón.
Golf
Una combinación extraña entre terapia y tormento. El golf requiere un temperamento tranquilo, un control preciso y la capacidad de mentir de manera convincente sobre los hándicaps.
Montar a caballo
Gracia, peligro y olor a cuero. Montar es confiar en un animal más grande, más rápido y seguramente más listo que tú. La postura impresiona; el control seduce.
Esgrima
Literalmente, la esgrima es poesía en movimiento, civilidad con amenaza, ballet que puede hacerte daño. El esgrimista es tranquilo, calculador y lo suficientemente letal para ser atractivo. Son pocos los deportes que permiten que un hombre se vista de blanco y aun así parezca peligroso.
Ajedrez
Es la prueba de que la guerra mejora drásticamente una vez que se introduce el silencio. Las piezas se mueven, la mente se agudiza y el ego sufre una muerte lenta y dolorosa. Es despiadado y aristocrático, un duelo librado entre caballeros donde el ganador sonríe débilmente.
Jardinería
Cultivo en estado puro. El jardín recompensa la paciencia, desdeña la vanidad y no perdona nada. Cada nuevo retoño es una victoria moral sobre el caos.
Pescar
Pescar premia el fracaso con serenidad. Solo imagina: estás de pie en un río al amanecer, vestido con una dignidad impermeable, aprendiendo paciencia y silencio. Los peces son secundarios.
Leer libros
Es la prueba de que el conocimiento no necesita gritar para ser impresionante. Los libros raros huelen a intelecto y a tiempo, y el hombre que los colecciona huele ligeramente a ambos. Leerlos es tomar prestados los pensamientos de hombres más inteligentes; poseerlos es sugerir que uno podría unirse a su empresa.
Pintar
Comenzarás con entusiasmo, caerás en la desesperación y terminarás afirmando que fue abstracto todo el tiempo. La pintura humilla y halaga en igual medida. Ofrece soledad disfrazada de productividad y paredes cubiertas de evidencia de buen gusto.
Caligrafía
La elegante negativa a escribir rápidamente. La caligrafía transforma el lenguaje en arte y la disciplina en elegancia. Se trata menos de las palabras y más del ritmo que tengas en la muñeca. Aquellos que lo practican parecen pacientes, concentrados y silenciosamente superiores a los teclados.
Fotografía
Fotografiar es el arte de ver dos veces. Una buena fotografía captura la luz; un buen fotógrafo captura la atmósfera. Los fotógrafos tienen la rara habilidad de parecer misteriosos mientras hacen algo completamente normal como observar. Llevar una cámara transformará tu paseo en un propósito.
Apreciar cigarros
No es el humo lo que atrae, sino el ritual. El corte, el brindis, el primer tiro lento: cada gesto es un pequeño acto de ceremonia. Un cigarro exige paciencia y compostura, dos cualidades que halagan a cualquier hombre. La ceniza se convierte en un reloj de arena; la conversación, más lenta y rica.
Coleccionar relojes
Cada reloj es un testimonio del diseño, la obsesión y la ilusión de control sobre el tiempo. Los coleccionistas hablan de calibres como otros hablan de poesía. Es un pasatiempo para hombres que miden la vida no en años, sino en mecanismos.
Cocinar
Un caballero que cocina no necesita jactarse. El aroma lo hace por él. Cocinar es química, seducción y terapia mezcladas en una actuación gloriosa. Alimentar bien a los demás es anunciar, con mantequilla y confianza, que entiendes el placer.
Restaurar autos clásicos
Un romance con la maquinaria y el pasado. Pasas meses hablando con metal y emerges triunfante, aceitoso e irracionalmente orgulloso. Cuando finalmente cobra vida, te sientes brevemente omnipotente.
Remo
El remo es la ilusión de facilidad producida por una disciplina infinita. Esculpe la espalda, despeja la mente y permite el trabajo en equipo sin conversación.
Tiro con arco
El deporte que premia el silencio más que la fuerza. El arco zumba, la flecha canta y, por un momento sereno, crees en el destino. El tiro con arco es meditación con consecuencias, antigua y perfectamente absurda.
Tallar madera
Creación a través de la sustracción. Comienzas con un palo y terminas con una obra maestra, o al menos algo puntiagudo. Es táctil, atemporal y ligeramente excéntrico. Pocos placeres rivalizan con tallar algo de la nada mientras se finge que fue intencional.
Escribir cartas
Tinta, papel e intención: el antídoto contra la inmediatez. La escritura de cartas es una conversación que se extiende lujosamente a través de la distancia y el tiempo. Exige paciencia y gana afecto. Una carta bien escrita es un acto de seducción que cabe en un sobre.
