Por: Anton Ego
Si eres amante del dulce y buscas una alternativa saludable, Amarea es la opción para ti. Estas obleas de amaranto ofrecen una amplia gama de sabores que dejarán satisfecho a cualquier paladar.
Las de cacao, en particular, son adecuadas para quienes buscan experiencias duraderas. Su sabor dulzón con toques amargos tarda en mostrar sus virtudes. Primero es un cosquilleo en la lengua. Atrás, para ser más precisos. Luego viene la descarga dulce en el reverso de las mejillas y en el paladar. En ese momento, ocurre lo que con todas las obleas: la masilla se pega a la parte superior de la boca y permanece ahí para que la lengua juegue con ella.
Esta experiencia, que en las obleas convencionales puede ser algo molesta, se convierte, en las obleas Amarea, en una prolongación del placer, pues el sabor permanece en la boca como un fantasma que se desintegra poco a poco.
El empaque viene con suficientes obleas como para compartir o degustar en solitario durante una tarde. La consistencia harinosa hace del dulce un perfecto acompañamiento para el café, por ejemplo, con la ventaja de que, a diferencia de las galletas o las obleas de harina convencional, los productos de Amarea tienen pocas calorías. Así que ya sabes, si te interesa tomar un café con un dulce sin pagar con las consecuencias en tu cuerpo, estas obleas son el postre indicado.
Estén pendientes lectores porque, a partir de este, en cada número de EnBici.Life encontrarán productos gastronómicos selectos, con el sello de recomendación de su amigo Anton Ego.
