Por décadas y décadas, la música ha jugado un papel fundamental en el cine, transportando al espectador a tiempos lejanos o tierras fantásticas, creando atmósferas, contagiando emociones y convirtiendo a los personajes en melodías. Hay casi tantos soundtracks como películas, y por ello no es posible definir primeros lugares absolutos, pues siempre hará falta uno u otro de los favoritos. No obstante, y sin quitar el derecho a réplica, aquí están algunas de las mejores composiciones en el cine.
Mejor Saga: The Lord of the Rings por Howard Shore
Lo impactante de la banda sonora de El Señor de los Anillos es la complejidad del mundo que representa. Podríamos encontrar referencias de cualquier país y época, pero ¿de dónde partes cuando nadie ha escuchado la música de la Tierra Media? No hace falta entrar a la teoría para saber que la genialidad de este soundtrack está en su construcción de motivos, o sea, melodías especiales para cada personaje, país y en este caso, objeto. Los temas de cada uno de ellos están profundamente relacionados, pasando la historia a la partitura, y evolucionan entrega tras entrega con una belleza simplemente asombrosa. De no ser por una regla que la Academia desechó en 2003, esta saga podría haberse llevado hasta un tercer Óscar a la mejor composición original.
Mejor Película: The Social Network por Trent Reznor y Atticus Ross
Una de las pocas ganadoras del Óscar generadas electrónicamente, la banda sonora de La Red Social marca un hito en la musicalización del cine. A diferencia de una gran mayoría de películas, The Social Network no funciona a partir de motivos relacionados a sus personajes, sino que mueve la historia hacia adelante con música intensa, agresiva u oscura según la escena, y que nunca se volverá a escuchar. Reznor y Ross logran la abstracción total del filme y la acomodan en composiciones que aluden a la virtualidad. Pero lo remarcable en el caso de esta obra, es su impersonalidad, pues al no tener motivos, nunca será la popular melodía que cualquiera puede silbar. No intenta robar el protagonismo ni convertirse en la estrella, su lugar es con su película, elevándola desde el anonimato.
Mejor tema: The Ecstasy of Gold por Ennio Morricone
Es imposible borrar la imagen de Tuco corriendo en círculos por el cementerio con este tema, y esa es exactamente la razón de que El éxtasis del oro sea el más grandioso tema. No solo pertenece a un filme insignia en la historia del cine, sino que la escena es icónica y su composición arrastra irremediablemente al espectador hasta 1862 junto a El bueno, el malo y el feo. Este tema es el epítome del soundtrack, pues transmite la locura y desesperación del personaje, aumentando la intensidad hasta del momento a un nivel épico. La forma en la que hace uso de la orquesta es un deleite, aprovechando todo lo que tiene para ofrecer, creando sonidos que han trascendido generaciones y que han marcado todo un género del cine.
El más minúsculo vistazo comprueba que estas composiciones son obras de arte. Su relevancia para el cine y para la cultura son inmensas, y pasará mucho tiempo antes de que puedan ser olvidadas. Y es un hecho, faltan Hans Zimmer y Alexandre Desplat, faltan Star Wars y El Padrino, faltan el resto de las miles y miles de películas que forman el universo de la composición para cine, un universo tan profundo y maravilloso que sobrecoge, y lo único que queda hacer ante este, es rendirse y disfrutar lo inefable de la música.