Por: Pamela Andrade
Intuitivamente podemos asegurar que los sentimientos influyen en el bienestar emocional de las personas.
¿Pero cómo? ¿podemos decidir hasta qué punto los sentimientos afectan nuestro bienestar? ¿podemos estar en bienestar a pesar de encontrarnos en una situación sentimental adversa?
Creo que primero debemos comenzar por definir qué es el bienestar y qué son los sentimientos.
Muchas ocasiones confundimos el bienestar con aquello que se siente cómodo, que me da una sensación placentera a nivel corporal. Desde ahí rechazamos muchos sentimientos que nada tienen de cómodos al sentirse en nuestro cuerpo y hacemos todo lo posible por no sentirlos. Sin embargo, el bienestar no está relacionado con la comodidad, en primera instancia.
Las emociones son como un río que fluye y cambia según lo que va sucediendo en la vida, es agua en movimiento que se transforma, se evapora, se convierte en nubes.
-Fredy Cofman
Bienestar es un estado de percepción de satisfacción y de tranquilidad en la vida. A mayor percepción de ello mayor bienestar, y viceversa. Esta percepción depende de la vivencia cotidiana en varias dimensiones de la vida, que se agrupan en dos esferas, la de la vida práctica o material y de la vida subjetiva.
Myriam Muñoz Polit, en su libro Emociones, Sentimientos y Necesidades nos dice que “…sentir es estar involucrado en algo o con algo, es un fenómeno corporal que ocurre al ponerme en relación con algo que me interesa…”
Quisiera poner énfasis en el fenómeno corporal: sentir forzosamente implica que mi cuerpo ha movilizado su energía y comienza a darme señales.
Sentir no es una explicación ni es una opinión, sentir es el apretón en mi pecho, el nudo en mi garganta, el temblor de mis piernas, las lágrimas en mis ojos. La forma en que mis sentimientos influyen en mi bienestar depende de cómo movilizar esta energía.
¿La movilizo hacia la aceptación y satisfacción?: ese es el bienestar.
¿Recuerdas todas esas sensaciones que tu cuerpo tuvo alguna vez de manera espontánea, sin obstáculos, permitiéndote liberar la emoción para darle espacio a algo nuevo?. Ese es el flujo de la vida a través de ti.
Desconectarnos de lo que sentimos en algún momento nos ayudó a sobrevivir, sin embargo, mantener la conexión con el cuerpo es estar presente en la vida, con la posibilidad de sintonizarse con el bienestar. Es evitar que la mente y sus angustias dominen el campo emocional.
Siguiendo a Myriam Muñoz Polit de nuestra capacidad de sentir depende nuestro sentido de vida, “…entre más nos bloqueamos más dejamos de sentir y más perdemos el sentido de la vida.”
Así que tu decides cual es el bienestar que te hace sentir en paz y en armonía, el equilibrio entre lo que sientes y piensas es fundamental para lograrlo.
