Uno de los grandes placeres de la vida es disfrutar de una rebanada de pizza con queso derretido y con la masa en un punto perfecto. A pesar de su orgullosa nacionalidad italiana, la pizza no sería posible sin América, así como muchos otros alimentos.
Si bien, existen distintos documentos donde se da cuenta de alimentos similares a la pizza a lo largo de la historia, sus antecedentes no se comparan con lo que conocemos hoy en día de este platillo.
Desde la antigua Grecia se han tenido platos similares a la pizza, con distintas versiones de un pan con poca elevación y diversos ingredientes encima. No cabe duda que los alimentos son algo cultural y que sus recetas se van adaptando a los tiempos.
Uno de los posibles “padres” de la pizza es la focaccia, otro delicioso alimento de la comida italiana. La focaccia, el suave pan cubierto de distintos alimentos, como especias y queso, se asemeja mucho, pero sigue faltando un elemento estrella. ¿Ya sabes cuál es?
La salsa pomodoro
Cuando las noticias de un “Nuevo Mundo” comenzaron a circular por Europa, se habló mucho de las riquezas pero también de maravillas inefables, incapaces de ser descritas por los cronistas que arribaron a tierras americanas.
Además de importar metales preciosos, Europa comenzó a recibir pieles de animales que jamás habrían imaginado, semillas y frutos que nunca se habían dado de ese lado del mundo. Entre estos apreciados bienes, se encontraba el tomate, que llegaría a Italia en 1554.
El tomate, conocido en Italia como “pomodoro” (pomo d’oro se puede traducir como “manzana de oro”), quizá por lo difícil que era conseguirlo al inicio de su llegada al Viejo Mundo.
Una de las evidencias más lejanas de la salsa pomodoro se encuentra en el libro Lo scalco alla moderna (el camarero moderno) publicado en 1694.
La pizza de Nápoles
Si bien, se empezó a hacer una especie de “pizza blanca” desde años atrás, fue hasta el siglo XVIII que en Nápoles alguien decidió mezclar estos dos elementos para realizar la primera pizza como la conocemos hoy en día.
Sin duda, el componente americano es protagonista de esta fusión. ¡Un aplauso a la magia de la gastronomía y a la pizza italiana!