Si eres una persona de gustos extremos y amas la adrenalina, este artículo seguro es para ti. Una de las cosas imperdibles para los amantes de lo extremo es practicar por lo menos una vez en tu vida el paracaidismo, esta actividad que te mantendrá excitado desde el primer minuto de su práctica.
Esta actividad requiere mucho valor, ya que implica subirte a una avioneta, helicóptero o globo aerostático, para que cuando estés en altura máxima saltes al vacío y tengas esa sensación que todos hemos querido sentir en algún punto de nuestras vidas, volar como un pájaro.
Esta actividad, que se ha convertido en un deporte para muchos aventureros implica llevar dos paracaídas, esto se hace para mayor seguridad ya que, si uno por cualquier situación no abre, se pueda activar la segunda opción.
Una vez abierto el paracaídas, por medio de unas cuerdas se puede controlar la dirección que se desea tomar, así como la velocidad a la que se desplace, esto gracias a que el peso del cuerpo origina que al estar en caída libre, la tela tome forma de una cúpula, y de esta forma el aire irá deteniendo el paracaídas.
Un dato curioso es que el paracaídas mide aproximadamente 50 metros, bastante grande la tela, para que de esta forma se pueda contener más el aire. Si piensas que eso es bastante, déjame te cuento que la velocidad de caída es de cinco metros por segundo, o 18 kilómetros por hora.
Este gran invento se le atribuye en gran medida a Leonardo da Vinci, quien en su época se dedicó a estudiar el vuelo de los pájaros para con sus conclusiones poder crear un “paracaídas” en forma de cono, con el que se dio comienzo a la creación de lo que hoy se llama paracaidismo. Además, las conclusiones de los estudios de Leonardo da Vinci hoy siguen siendo consideradas básicas para la aeronáutica actual.
Sea por diversión, por deporte o por reto personal, esta actividad es muy recomendable para liberar adrenalina y sentir por lo menos una vez en la vida, la libertad que sienten los pájaros día con día al trasladarse de un lugar a otro.