El Shooter’s Sandwich o sándwich de cazador es un sándwich de filete cocido y champiñones salteados, todos colocados capa tras capa en una hogaza de pan ahuecada, para luego poner un peso sobre ella.
Hoy, en esta sección favorita personal, en busca del mejor sándwich del mundo, vámonos hasta la Inglaterra del siglo XX, durante la era eduardiana, para explorar una comida práctica para cazadores y excursionistas.
¿Qué es el shooter’s sandwich?
Como dije al inicio, es un sándwich de filete, champiñones y una hogaza de pan. Su diseño está pensado para ser portátil, fácil de transportar y lo suficientemente sustancioso como para proporcionar energía durante largas jornadas al aire libre.
Al igual que muchas otras comidas, como el “Po’ boy”, el Shooter’s Sandwich tiene orígenes humildes. “Shooter’s” se asocia con los cazadores. Era una comida práctica que se llevaba durante las jornadas de caza, ya que no se desmoronaba y podía comerse frío.
Hoy en día ha ganado mucha popularidad, siendo reinventado con ingredientes modernos, desde quesos gourmet, vegetales asados o carnes ahumadas, pero la esencia sigue siendo la misma: un sándwich delicioso y fácil de llevar.
Prepara tu Shooter’s Sandwich
Este sándwich es muy fácil de preparar. Se prepara con pan, uno redondo y firme, como una hogaza de chapata o un pan de campo. Se corta por la mitad y se le extrae parte del migajón para dejar espacio al relleno.
De manera tradicional, se rellena con carne de res (como filetes o solomillo) que se cocina a la parrilla o a la sartén, junto con ingredientes como cebollas caramelizadas, champiñones salteados, mostaza inglesa y, a veces, hierbas o salsas.
Aunque también puedes usar solo el filete y los champiñones salteados; comienza por una capa de filete, otra de champiñones, otra de filete, y así hasta que llegues al tope de tu pan.
Una vez relleno, envuelve el sándwich en papel de aluminio o papel para hornear. Se prensa con un peso encima, que puede ser lo que tengas a la mano, pero es importante que sea pesado.
Se deja bajo la prensa por unas horas o toda la noche, así se compacta el sándwich, facilitando su transporte y permitiendo que los sabores se mezclen.