La historia de la salsa brava es fascinante, pues, aunque no se sabe con exactitud su origen, está ligada culturalmente a los bares y las tascas madrileñas. Así, inspirado por un video de TikTok de la usuaria Isabel Sorribas, te presento mi propia versión de la “Salsa Brava” de Madrid. Sí, el nombre de la sección no es definitivo, y está claro que no soy madrileño, pero me gusta contar historias.
¿De dónde viene la salsa brava?
Literalmente nos encanta la historia de la comida, pues al igual que muchas otras, la salsa brava es de orígenes humildes. En un contexto de posguerra en España, cuando la cocina popular buscaba platos económicos, sabrosos y fáciles de preparar.
Las papas y la salsa brava son inseparables, pues las papas bravas se volvieron en un plato estrella de los bares madrileños. Las patatas fritas, un ingrediente barato y accesible, se combinaron con una salsa picante y sabrosa que les dio un toque especial.
Cuenta la historia que la salsa brava fue creada por dueños de bares que querían ofrecer algo diferente a sus clientes. El nombre “brava” hace referencia al picante de la salsa, aunque claro, la versión tradicional no es extremadamente picante, sino más bien aromática y con un toque de pimentón.
Receta tradicional
Si quieres preparar salsa brava en casa, aquí tienes una receta básica, y recuerda, por nada del mundo lleva tomate (o jitomate).
Ingredientes:
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla mediana (picada finamente)
- 3 dientes de ajo (picados)
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1/2 cucharadita de pimentón picante (o al gusto)
- 1 cucharadita de harina (para espesar)
- 200 ml de caldo de pollo o vegetal (casero preferiblemente)
- 1 cucharadita de vinagre de vino blanco
- 1 guindilla pequeña o una pizca de cayena (opcional, para más picante)
- Sal al gusto
Preparación:
- Sofreír la cebolla y el ajo:
- En una sartén, calienta el aceite de oliva a fuego medio.
- Añade la cebolla picada y cocina hasta que esté transparente y tierna (unos 5-7 minutos).
- Agrega los ajos picados y sofríe un par de minutos más, cuidando que no se quemen.
- Incorporar el pimentón:
- Baja el fuego y añade el pimentón dulce y el picante. Remueve bien para que se integre con la cebolla y el ajo.
- Cocina durante 1-2 minutos para que el pimentón libere su sabor.
- Espesar la salsa:
- Añade la cucharadita de harina y mezcla bien para que se integre con los ingredientes.
- Vierte el caldo de pollo o vegetal poco a poco, removiendo constantemente para evitar grumos.
- Cocinar y sazonar:
- Sube el fuego a medio-alto y deja que la salsa hierva suavemente durante 5-7 minutos, hasta que espese.
- Añade el vinagre de vino blanco y la guindilla o cayena (si deseas más picante).
- Sazona con sal al gusto.
- Triturar (opcional):
- Si prefieres una textura más fina, tritura la salsa con una batidora de mano hasta obtener la consistencia deseada.
- Servir:
- Sirve la salsa caliente sobre patatas fritas, croquetas, albóndigas o cualquier otro plato que desees acompañar.
La salsa brava es parte de la cultura madrileña
En los bares y tascas de la ciudad, es común pedir una ración de patatas bravas para compartir con amigos, acompañada de una caña (cerveza) o un vino. Es un plato que une a la gente y que refleja la esencia de la cocina española: sencilla, sabrosa y llena de carácter.