Hoy tenemos abrebotellas eléctricos y corchos sintéticos en las botellas, pero sépase que existe un ritual olvidado que combina historia, ciencia y espectáculo: el descorche con port tongs.
Un método que se origina en el siglo XVIII en Europa, y que se convierte en una solución práctica para abrir corchos prácticos en vinos añejos. Además, se convierte en toda una performance que hace la apertura de una botella en un momento memorable.
Elegancia de lo arcaico
Las port tongs son unas tenazas metálicas de diseño medieval. Se calientan al rojo vivo (con un soplete) y se ajustan al cuello de la botella durante 30 a 40 segundos. Al aplicar luego un paño húmedo, el choque térmico rompe el vidrio limpiamente, dejando un borde perfecto y evitando que el corcho se desintegre en el vino.
Algunos puristas del método utilizan la pluma de ave en lugar de un paño húmedo. Este método, aunque parezca extraído de un taller de herrería, garantiza que ningún residuo arruine el carácter de un Vintage Port.
¿Por qué usar port tongs hoy?
El crack del vidrio al fracturarse es toda una experiencia sensorial, además, añade dramatismo a la cata, ideal para anfitriones que buscan sorprender.
También por una cuestión de estética, con su aire vintage, son piezas de colección que decoran las ballas o salones.
Y tal vez la razón más obvia para usar las port tongs es porque corchos de décadas suelen desmoronarse; las pinzas los extraen intactos.
Hazlo con estilo
Inténtalo, integra esta tradición en tus reuniones, sugiere un Port Party: botellas añejas, tongs como centro de mesa y copas de cristal tallado.
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Preparación: Calienta las tongs hasta que brillen.
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Aplicación: Ciérralas al cuello de la botella (en vertical) y gira ligeramente para distribuir el calor.
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El Golpe de Efecto: Envuelve el cuello con un paño húmedo —preferiblemente de lino, o moja una pluma en agua bien fría y toca la botella— y espera el clic liberador.
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Seguridad: Descarta los fragmentos de vidrio con cuidado.
Las port tongs son un recordatorio de que los métodos antiguos llegan a ser una expresión máxima de sofisticación.
