No hay duda de que la has escuchado, y quizá hasta la has sufrido: la famosa “Háblame de ti”. Sí, esa pregunta que parece sencilla pero que, en realidad, puede definir el rumbo de tu entrevista.
¿Por qué decimos que es una “Killer Question”? Porque en menos de dos minutos el reclutador busca obtener una imagen de quién eres, qué aportas y hacia dónde quieres ir. Y aquí no hay espacio para dudas ni improvisación: preparar tu respuesta es clave.
La fórmula secreta para contestar como un pro!
La respuesta perfecta se compone de tres sencillos pasos:
- Tu presente: quién eres y a qué te dedicas actualmente.
- Tu pasado: cómo llegaste hasta aquí a través de tu formación y trayectoria.
- Tu futuro: cuáles son tus motivaciones y visión a largo plazo.
Tu formación académica –
- Menciona brevemente tu Licenciatura o formación principal y qué te llevó a elegirla.
- Resalta logros académicos que marquen diferencia: idiomas en nivel competitivo, becas o reconocimientos.
- Evita repetir palabra por palabra lo que ya está en tu CV, siempre hay que dejar como un “elemento sorpresa” para el reclutador.
Tu experiencia laboral, en modo storytelling –
- Habla de tu trayectoria profesional, destacando 2 o 3 logros de impacto (los que no aparecen textualmente en tu CV).
- Señala tus años de experiencia y las etapas que has transitado en tu sector.
- Si identificaste habilidades que pide la vacante, menciónalas y compruébalas con ejemplos concretos. Esto demuestra que leíste la descripción del puesto y que eres un fit real para la posición.
Tus motivaciones profesionales –
Este es tu momento de brillar!
- Comparte tus objetivos a corto y largo plazo.
- Explica por qué te motiva trabajar en la empresa y en ese puesto específico.
- Destaca cómo se beneficiarán tanto tú como la empresa si te integras al equipo.
Recuerda: no se trata de sonar superficial, sino de vender tu valor agregado con humildad y confianza.
Tips finales para darle al clavo a tu respuesta –
- Prepara tu guion en casa. Los nervios aparecen cuando no sabes qué decir.
- Sé breve: máximo 2 minutos, es un “brief overview”, no tu biografía completa.
- Sé honesto: un reclutador valora más la autenticidad que querer ser el más crack.
- No te excedas en lo personal: si lo mencionas, que sea solo para reforzar tus cualidades como candidato. La entrevista no es el momento para hablar de tu vida personal, a menos que esté directamente relacionada con el puesto al que estas aplicando.
La próxima vez que escuches “Háblame de ti”, recuerda que nadie conoce tu historia mejor que tú.
Prepárala, cuéntala con seguridad y convierte esa “killer question” en tu mejor elevator pitch.
Diana Solís Fernández
Co-fundadora de CVUP