En el corazón de Querétaro, Acento Soul Kitchen emerge como un refugio gastronómico donde cada plato, cada trago y cada interacción está impregnada de una filosofía simple pero profunda: tratar a los demás como quieres ser tratado.
Tras una charla con Jorge Basurto (jefe de barra) y Daniel Caballero (jefe ejecutivo), descubrimos cómo este equipo multidisciplinario está redefiniendo la escena culinaria local con humildad, técnica y pasión.
Los pilares de Acento: Equipo, hospitalidad y fusión
Acento nace de la amalgama de un equipo diverso. “No somos todos de aquí”, confiesa Daniel. “La chef Susana es de Tijuana y agrega chiltepín a los platillos porque es común allá. Esas pequeñas cosas definen lo que hacemos”.
La mezcla de culturas, técnicas y perspectivas se refleja en una propuesta que combina ingredientes locales con sabores asiáticos, caldos de base francesa y fermentaciones artesanales.
Pero más allá de la comida, el alma de Acento es la hospitalidad. “Nuestra chamba es hacer feliz a la gente”, dice Jorge. “Que se vaya de aquí feliz, whether comió, tomó o solo vino a vernos”. Este principio guía todo: desde la selección de ingredientes hasta la interacción con comensales difíciles. “Tratamos de cambiarles el chip, que se vayan felices”.
El plato estrella: Bao de costilla Ahumada
Daniel describe con devoción el bao de costilla ahumada, el platillo más solicitado:
- Pan hecho en casa: El chef panadero Daniel Ortega perfecciona constantemente la receta.
- Costilla ahumada: Marinado con 1,000 especias, ahumada por 5 horas y laqueada con soya, mirin y sake.
- Kimchi casero: Fermentado por 5 días para agregar acidez y profundidad.
- Armado final: Sobre lechuga, bañado en jugo de reducción y ajonjolí tostado. “Es un plato que nos lleva mínimo 5 días de producción”, revela Daniel. “Es técnica, paciencia y amor”.
Mixología con alma: Clásicos y experimentación
Jorge lidera la barra con un enfoque que equilibra lo clásico y lo innovador:
- Ingredientes frescos: Jugos prensados daily, hierbas aromáticas y hielos tallados a mano.
- Coctelería sensorial: “Nos gusta investigar técnicas nuevas, pero también honramos los clásicos”.
- Maridaje personalizado: El equipo se capacita constantemente para recomendar tragos que complementen los platillos. “No le recomiendo lo que a mí me gusta, sino lo que a ti te va a gustar”, explica Jorge.
El reto del servicio: cocina abierta y empatía
La cocina abierta de Acento es un statement de transparencia y exigencia:
- Limpieza impecable: “No puedes tener un desastre en la línea porque te están viendo”, admite Daniel.
- Control emocional: “A veces me irrito, pero aquí me controlo. No puedes gritar ni molestar al cliente”.
- Interacción única: Los comensales se sienten parte del show. “Mucha gente dice: ‘Me siento en la serie’”, ríe Jorge.
El crecimiento de Querétaro: Educar al paladar
Ambos coinciden: Querétaro está evolucionando, pero falta apertura. “La gente está acostumbrada a lo de siempre”, dice Daniel. “Poco a poco compartimos lo que sabemos y los invitamos a probar cosas nuevas”. Acento contribuye con:
- Takeovers con chefs invitados: Como Valeria Sánchez (Conchita Clement) y Javo Ramírez (ex Arca Tulum).
- Experimentos locales: Como el “azulito” de spirulina y chamoy de cerveza lactofermentada inspirado en Tepito.
- Comunidad: La cocina es pequeña, y colaborar con otros talentos los enriquece.
Un lugar que se siente como hogar
Acento no es solo un restaurante; es un espacio íntimo donde la música, la luz tenue y el trato cercano crean una experiencia reconfortante. “Puedes venir con quien quieras, hasta solo”, dice Jorge. “La idea es que te sientas apapachado”. Daniel añade: “Queremos que un martes se vuelva distinto solo porque viniste a cenar aquí”.
El futuro
Así pues, Acento Soul Kitchen es más que un restaurante; es un testimonio de cómo la gastronomía puede ser un acto de servicio, creatividad y conexión humana. En Dapper Magazine, celebramos proyectos que, como este, ponen el alma en cada detalle.