El rey Carlos III del Reino Unido pretende incluir a sus hermanos, la princesa Ana y el príncipe Eduardo, a la lista de los miembros de la monarquía que puedan sustituirlo en actos públicos cuando él esté ocupado o indispuesto, motivo por el que hizo la solicitud formalmente al Parlamento británico.
Esto es posible que se defina antes de finalizar el año, debido a los compromisos que le esperan en 2023 que incluye giras al extranjero. Cabe destacar que es uno de los grades pendientes que dejó su madre, la reina Isabel II.
Los actuales consejeros del rey
Ahora bien, esto significa que ellos estarían sumándose a sus consejeros, lo que representa que pueden ejercer labores como aperturas de sesiones parlamentarias, asistir a las reuniones del consejo privado, firmar documentos rutinarios y recibir credenciales de embajadores, pero no pueden, hacer investiduras.
Las leyes actuales destacan que la reina consorte y los primeros cuatro herederos mayores de 21 años son sus potenciales sustitutos, es decir, Camila, su esposa; el príncipe William -heredero al trono-; su hermano, el príncipe Harry; el príncipe Andrés -hermano de Carlos- y la hija de este, la princesa Beatriz.
La situación en la que quedan los príncipes Harry y Andrés
El detalle radica en que hay dos conflictos aquí, uno de ellos, el príncipe Andrés, quien fue señalado en 2019 por su amistad con el pederasta y depredador sexual, Jeffrey Epstein, además de que fue acusado de abuso sexual a una menor, lo que mereció el retiro de algunos títulos y obligaciones reales.
Mientras tanto, el príncipe Harry sería el segundo problema tras su renuncia, hace dos años, a las obligaciones reales para vivir en Estados Unidos con su esposa e hijos.
Entonces esta decisión que toma el rey Carlos III de añadir consejeros es un paso para no relevar a Harry y Andrés, es decir, los mantendrán como consejeros, sin embargo, puede ser que no sean requeridos para algún acto en el que tengan que representar al país.
La princesa Ana entre 1971 y 2003 fue consejera hasta que el príncipe Guillermo cumplió los 21 años, mientras que Eduardo asumió esta función entre 1985 y 2005, hasta los 21 años del príncipe Harry.