A lo largo de la rica historia del cine, numerosos objetos han quedado grabados en la memoria colectiva por su participación en escenas icónicas. Estos objetos no solo se asocian con sus personajes, como la máscara de hockey del asesino en serie de “Viernes 13”, sino que también contribuyen a definir su personalidad.
James Bond, el icónico personaje del cine y la literatura, es innegable asociarlo con Londres, el glamur de los casinos, las bebidas clásicas en bares sofisticados, trajes a la medida y, por supuesto, un automóvil distintivo.
El Aston Martin DB5, conocido por ser el coche de James Bond, debutó en “Goldfinger” y marcó presencia en “GoldenEye” de 1995. Con Daniel Craig al volante, el DB5 brilló en “Casino Royale” (2006), “Skyfall” (2012), “Spectre” (2014) y su última aparición en “No Time To Die” (2021).
Este vehículo catapultó la fama de Aston Martin. La serie DB comenzó a finales de los 40 con el DB1, seguido por el DB2 en 1950. Sin embargo, fue con el lanzamiento del DB4 en 1958 cuando la marca experimentó una transformación notable.
Equipado con un motor de seis cilindros de bloque de aluminio y un chasis autoportante, el DB5 se convirtió en el pilar de los diseños y la filosofía de calidad a partir de su lanzamiento en 1963. Este modelo fue una evolución marcada respecto a sus antecesores, destacando por su motor de 4.0 litros y una transmisión de cinco velocidades. A pesar de su corta vida en el mercado, solo dos años, logró vender 1059 unidades.
El DB5, un vehículo Gran Turismo (GT) con un diseño elegante de Carrozzeria Touring Superleggera, lleva las iniciales de David Brown, el visionario que lideró la compañía desde 1947.
Los modelos estándar venían equipados con asientos reclinables, alfombras de lana, ventanas eléctricas, doble tanque de combustible, ruedas de alambre cromadas, interiores de cuero y un extintor de incendios, además de contar con dos puertas y una configuración de asientos 2+2.
Además de James Bond, figuras legendarias como El Santo y Paul McCartney han contribuido a la fama del DB5 y de la marca. En 2019, la compañía británica inició la producción de una serie limitada de la versión “Goldfinger” del Aston Martin DB5, una edición que rinde homenaje al vehículo original.
Sin duda todo un símbolo de la cultura popular, asociado a uno de los mejores personajes de las películas, sin importar qué versión de James Bond prefieras, la clásica de los 60, la contemporánea de los 90 o un reinicio de los 2000, el DB5 quedará marcado como el auto del agente 007.