El mismo Alfonso Cuarón ha llegado a decir que considera Roma, su más reciente trabajo, como su primera película. Esta sigue siendo el centro de miles de conversaciones en México, y fue un éxito con la crítica, llevándose tres Óscares, diez Arieles, cuatro BAFTA, dos Globos de Oro y un raudal de premios más. Después de tres décadas de carrera como cineasta, se ha establecido como una institución en el cine mexicano e internacional. Su obra es un abanico de temas y técnicas tan amplio que es imposible no conocerlo, pero por si acaso, revisaremos tres películas, una por cada década, que han sido parte fundamental en la evolución del artista.
En los años noventa se estrenó La princesita (1995), una historia mágica e inocente sobre una niña cuyo padre es enviado a la guerra, y que enfrenta a la cruel directora de su internado. En apenas su segundo proyecto como director, Cuarón ya utilizaba un lenguaje narrativo elocuente que llevaba al espectador a creer y a sentir, dando lugar a escenas emotivas y llenas de dulzura. Además, a través de un cuento para niños que envuelve al corazón más frío, el cineasta no deja de tocar temas relevantes a diestra y siniestra, como los derechos de los niños y de las niñas, la igualdad racial, y por supuesto que sí, el amor.
En Y tu mamá también (2001), la cuarta cinta en la filmografía del realizador, Alfonso Cuarón utiliza un tono visual y verbal mucho más explícito y comprometedor. Sin dejar de ser verdaderamente graciosa, la película llega a un nivel de intimidad impresionante, y brilla por la honestidad con la que se cuenta. Apoyado en una trama sobre dos amigos que quieren acostarse con la misma mujer, Cuarón revoluciona su técnica narrativa con planos secuencias, que se le volverán muy propios, y planos abiertos, que aparte de llevarnos a lo más profundo de la relación entre Julio y Tenoch, nos cuentan historias a partir de todo lo que sucede a su alrededor, no dejando escapar la oportunidad para hacer una crítica a la situación del país.
Saltando hasta el 2013 llega Gravity. Ganadora de siete premios Oscar, es una película de gran complejidad tecnológica que le llevó al mexicano muchos años en concluir. Para variar, la narrativa de este filme es simple, una astronauta inexperimentada que necesita sobrevivir al espacio y regresar a casa. El juego de Cuarón para este momento ya está en otro punto. A pesar de las limitaciones que representaba la producción para los actores, a pesar de una historia aparentemente sencilla, Gravedad es una odisea estimulante y estremecedora que forma soberbios momentos cinematográficos de la nada. Un poema a la vida misma, el trabajo de Cuarón en esta ocasión realmente va más allá de lo que cabe en estos modestos párrafos.
Desde una entrega para la mega franquicia de Harry Potter hasta la ya no tan lejana distopía de Children of men, todas las películas en el repertorio de Alfonso Cuarón informan su manera de narrar, su manera de contar historias, pero es solo volteando para atrás que es posible comprender cómo es que el director llegó a realizar Roma, una película que podría convertirse en una de las mejores en la historia. Lo imposible es saber hacia dónde irá después, pero cualquiera que sea la respuesta, estamos tranquilos, porque podemos confiar en que Cuarón estará a la altura.
