No hay duda de que el otoño en México tiene un sabor único comparado con el resto del mundo. La calabaza se ha transformado en el ícono de la temporada, asociada con festividades como Halloween y el famoso “pumpkin spice”.
Curiosamente, el pumpkin spice no contiene calabaza; su nombre proviene de la combinación de especias usadas para preparar el pastel de calabaza, un postre tradicional del Thanksgiving.
Doce meses después, lejos de ser una tendencia pasajera, este postre tradicional mexicano se ha consolidado como la elección para quienes buscan sabores tradicionales.
¿Por qué es mejor que el Pumpkin Spice?
Alguien tenía que decirlo, el pumpkin spice es una ilusión gustativa. Es la idea de la calabaza sin su esencia. Son especias (canela, nuez moscada, jengibre, clavo) que simulan el sabor de un pastel de calabaza, pero que rara vez contiene la calabaza misma. Es un recuerdo empaquetado.
El dulce de calabaza, en cambio es la materialización del otoño. Es la calabaza misma, transformada por el calor y el piloncillo en un manjar donde el vegetal es el protagonista. Su sabor no es una sugerencia; es una declaración.
Mira, en palabras sencillas: el pumpkin spice es la portada de un libro que nunca leíste. Mientras que el dulce de calabaza es el libro completo.
El pumpkin spice es una tendencia. El dulce de calabaza es una tradición. Las tendencias pasan. Las tradiciones se heredan, se adaptan y perduran. Por eso, un año después, el dulce de calabaza no solo se mantiene, sino que se reafirma como la elección superior para el paladar exigente.
¿Cómo hacer dulce de calabaza?
Ingredientes
Para hacer un dulce de calabaza, estos ingredientes son suficientes para cuatro personas.
Para la calabaza:
- 1/2 calabaza de castilla partida en trozos con cáscara
- 10 clavos de olor
- 1 rajita de canela
- Agua suficiente
Para la “miel”:
- 1 rajita de canela
- 4 pimientas gordas
- 2 guayabas
- 2 piezas de piloncillo
Preparación
Inicia colocando la calabaza ya limpia y cortada en la olla, luego cúbrela con agua hasta que esté completamente sumergida. Agrega clavo y canela para aromatizar la calabaza. Permite que hierva hasta que la calabaza esté tierna.
En otra olla o cazo de cobre, para darle un toque muy tradicional, cuela y vierte el líquido restante de la cocción de la calabaza. Después, añade el piloncillo, las guayabas y el resto de las especias, como la canela y la pimienta.
Una vez que hierva la miel integra la calabaza para que se impregne de sabor y aroma, remueve y deja reposar. Sí lo prefieres, puedes acompañar este postre con leche; no te queda nada más que disfrutar este postre tradicional mexicano.
