El entretiempo es esa temporada caprichosa donde el calor y el verano se van desdibujando lentamente para dar paso a la frescura otoñal, desafiando nuestros armarios y creatividad.
En Dapper Magazine, creemos que esta transición no debe ser una batalla, sino una oportunidad para explorar combinaciones, jugar con capas y celebrar la versatilidad de prendas que borran los límites entre estaciones.
Gabardinas
Indiscutiblemente, las gabardinas son las reinas del entretiempo. Su diseño clásico —inspirado en el estilo británico—ofrece elegancia y funcionalidad, protegiendo contra brisas inesperadas sin sacrificar estilo.
Opta por modelos en tonos neutros como beige, negro o borgoña, que se integran fácilmente con prendas estivales como vestidos ligeros o camisetas. Para un giro moderno, prueba versiones oversize o con detalles innovadores como forros estampados.
Layering inteligente
El layering es el arte de combinar capas de manera coherente y estética. Funciona perfectamente para adaptarse a temperaturas variables. Ideas clave:
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Camisetas básicas bajo jerséis de punto fino o chalecos.
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Vestidos de verano con chaquetas de cuero o blazers.
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Transparencias y encajes superpuestos sobre prendas lisas para añadir profundidad y textura.
La clave es equilibrar volúmenes y jugar con textiles contrastantes—como punto y seda—para crear looks dinámicos.
Paleta de colores
Mientras el verano se despide, introduce progresivamente tonos otoñales sin abandonar los colores vibrantes:
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Estampados animal print (leopardo o cebra) combinados con rojo, amarillo o burgundy.
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Rayas y lunares en versiones renovadas, desde clásicos en blanco y negro hasta interpretaciones en pasteles.
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Neutros sofisticados como verde oliva, marrón chocolate y naranja calabaza, que evocan la esencia otoñal.
Demin Versátil
El denim es un aliado perfecto para la transición:
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Vaqueros anchos en clave lady, combinados con tops elegantes como blusas de seda o jerséis oversize.
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Chaquetas de mezclilla sobre vestidos bohemios o con faldas de cuero.
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Prendas denim estampadas o bordadas para añadir interés visual a looks simples.
Prendas de punto
Jerséis finos, chalecos y cárdigans son ideales para capas intermedias:
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Cárdigans de punto fino sobre camisetas o vestidos, preferiblemente en colores neutros como beige o gris.
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Chalecos sastre para elevar outfits casuales con un toque de sofisticación.
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Texturas mixtas, como punto con gasa o encaje, para crear contrastes intrigantes.
Calzado de transición
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Sneakers negras—prácticas y modernas—que complementan desde looks casuales hasta semi-formales.
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Bailarinas planas para mantener un aire fresco mientras las temperaturas lo permitan.
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Botas cowboy en negro o marrón, perfectas para integrar vestidos veraniegos en contextos otoñales.
Accesorios
Los accesorios son clave para ajustar looks a condiciones variables:
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Pañuelos y bufandas en seda o lino, usados como cinturones, en el cuello o como tocados.
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Bolsos todoterreno tipo shopper o tote en colores neutros, que transicionan del día a la noche.
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Joyería minimalista como pendientes mezclando metales, que añaden carácter sin saturar.
Así pues, rescata esas gabardinas, mezcla estampados y abraza los contrastes—porque cuando el verano conoce al otoño, la moda se vuelve magia.
