Ricardo Camacho, es un profesional de la salud enfocado en la medicina estética y explica que los tratamientos de esta rama no son un arma contra el paso del tiempo. El envejecimiento es un proceso natural por el que cada una de las personas atraviesa desde que nace. En realidad, la medicina estética se enfoca a la prolongevidad, con la que se busca dar una mejor calidad de vida a los pacientes y contrarrestar el desgaste acelerado del cuerpo, los músculos y la piel.
“(…) el término de antienvejecimiento a mi no me gusta mucho porque estamos hablando de parar el envejecimiento cuando eso es imposible, en el envejecimiento hay un desgaste multifactorial, y parte de la prolongevidad se enfoca en que la vida sigue adelante y hay que vivirla de la mejor manera y lo más sanos posibles”.
Cambiar elementos de nuestro aspecto físico constantemente está sujeto a ser calificado de superficial o estar ligado a una baja autoestima, pero ¿y si fuera todo lo contrario? El Dr. Ricardo explora esta nueva filosofía en torno a la medicina estética, y señala que no se trata solo de que te veas más bonito o bonita, sino de que exista “una paz interior entre lo de afuera y lo adentro, envejecer con estilo”.
En ese sentido el especialista pone sobre la mesa la relevancia del contexto, actualmente las personas viven un envejecimiento más acelerado a consecuencia de factores: nutricionales, con una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados; mayor daño solar, por el adelgazamiento de la capa de ozono en el planeta; aumento de contaminantes, con la disminución de la calidad del aire, entre otros. Además de otros elementos que dependen, en gran medida, de las actividades de cada persona.
A ello se le suma que con el auge de las redes sociales, en la actualidad, las dinámicas de interacción y socialización tienen todo que ver con la imagen. Mantener una apariencia que te haga sentido con tu edad, nivel de energía y objetivos puede llegar a ser determinante para mantener una confianza y autopercepción saludable.
Un factor importante a tener en cuenta es que para comenzar a cuidarse no hay edad. A pesar de que entre los 30 y 35 años ocurre un proceso de desgaste conocido como el primer envejecimiento, en donde hay una pérdida de elementos como la elastina y colágeno que contribuyen a una apariencia jovial, desde años antes se pueden iniciar con tratamientos que eviten que este desgaste sea exagerado. O por el contrario, si ya has pasado ese periodo existen otros tratamientos que te ayudarán a contrarrestar ese proceso, sin que eso signifique perder la naturalidad de la expresión en tu rostro; detalla el especialista.
