A lo largo del mundo, las infancias necesitan de un espacio seguro para crecer con libertad y felicidad. Sin embargo, la situación de la pandemia ha provocado que los infantes sean relegados a situaciones donde es difícil que se desarrollen adecuadamente, con amenazas como el maltrato, el bullying, la depresión y el suicidio.
El bienestar infantil debe garantizarse y priorizarse, por lo que se han tratado de implementar distintas herramientas capaces de medirlo. Uno de los esfuerzos más notables es el de WholeSchools, una organización internacional que busca mejorar la educación y el bienestar que le brinda a sus alumnos.
Es así como podemos comprender la excelencia educativa no sólo por los resultados académicos, sino por la salud física y psicológica de sus estudiantes. Esta aproximación al desempeño escolar busca transformar sistemas educativos que han ignorado el desarrollo positivo de su alumnado, priorizando la felicidad de los infantes.
Una de estas herramientas es la certificación GREAT PLACE TO STUDY, que mide la felicidad en las comunidades educativas. Hay distintos indicadores que se utilizan para decidir el resultado, tales como la infraestructura, la vida en el campus, la experiencia de aprendizaje, las actividades extracurriculares, el coeficiente de felicidad, el bienestar psicológico y evaluaciones de padres y maestros.
Este 2 de marzo se llevó a cabo el evento de Great Place to Study, en el club 51 de la Torre Mayor. Así, se busca reconocer a las instituciones educativas que buscan el bienestar en sus aulas, así como la innovación y la excelencia.