Ya es invierno y cuando baja la temperatura, es común que la piel empiece a sentirse diferente: áspera, tirante y a veces con descamación. Esto no es casualidad. El aire frío y seco del exterior, sumado al calor seco de la calefacción en interiores, hace que la piel pierda humedad con facilidad. Si a esto le agregamos duchas con agua muy caliente o el uso de jabones agresivos, el problema se acentúa.
La piel seca no es solo una cuestión de incomodidad; es una señal de que la barrera natural de la piel está debilitada. Reconocer los síntomas es el primer paso para tratarla correctamente:
- Sensación de tirantez, especialmente después de lavarse
- Zonas ásperas o con descamación en codos, rodillas y talones
- Picazón que puede llegar a irritar
- Enrojecimiento o inflamación en casos más severos
- Grietas o fisuras dolorosas

Afortunadamente, con algunos ajustes en la rutina diaria se puede mantener la piel hidratada y protegida durante los meses fríos.
1. Cambia tu forma de ducharte
- El agua caliente y los baños largos empeoran la sequedad.
- Usa agua tibia, no caliente.
- Reduce el tiempo bajo el agua.
- Elige un limpiador suave, sin jabón y sin sulfatos. Los aceites de ducha o geles con pH balanceado limpian sin resecar.

2. Hidrata justo después de la ducha
- No esperes a que la piel se seque por completo.
- Sécate con palmaditas, sin frotar.
- Aplica crema o loción en los primeros 3 minutos, con la piel aún húmeda, para sellar la humedad.
- Prefiere texturas ricas en invierno: busca cremas con manteca de karité, ceramidas o ácido hialurónico.
3. Cuida especialmente manos y labios
- Son las zonas más expuestas y sensibles.
- Usa guantes al salir a la calle.
- Lleva contigo una crema de manos y úsala después de cada lavado.
- Para los labios, aplica un bálsamo con protección solar. Si están agrietados, evita lamerlos y usa productos con manteca de cacao o vaselina.

4. Protege tu piel del clima
- Cúbrete con bufandas, gorros y guantes cuando hace frío o viento.
- Considera un humidificador en espacios con calefacción, para evitar que el aire se reseque demasiado.
5. No descuides la hidratación interna
- Bebe suficiente agua a lo largo del día.
- Incluye en tu dieta alimentos ricos en omega-3 (como nueces, salmón o aguacate) y antioxidantes (frutas y verduras).

6. Revisa tus hábitos
- Lava tu ropa con detergentes suaves, sin fragancias fuertes.
- Evita rascarte si sientes picazón; mejor aplica crema fría.
- Si usas mascarillas faciales, elige las hidratantes y aplícalas una vez por semana.
Recomendación Dapper
Si después de seguir estas recomendaciones la piel sigue muy seca, con picazón intensa o grietas, es recomendable consultar a un dermatólogo. A veces, la sequedad extrema puede estar relacionada con condiciones como eccema o psoriasis, que requieren tratamiento específico.
Cuidar la piel en invierno no requiere de productos caros ni rutinas complicadas, sino de gestos consistentes y adaptados al clima. Pequeños cambios en los hábitos diarios pueden hacer una gran diferencia para mantener la piel cómoda, sana y con buen aspecto durante toda la temporada.