Por: Dr. Javier Ruiz
@JavierDerma
La hiperhidrosis es una afección por la cual una persona suda de manera excesiva y anormal. Esta sudoración no está relacionada con el calor, el ejercicio o los cambios emocionales, y tiene una repercusión emocional y social muy fuerte, generando inseguridad en quien la padece. Por lo general se presenta en las manos, los pies, las axilas o la cara.
Existen 2 tipos de hiperhidrosis:
- Focal primaria: Afecta el 3% de la población y su causa es multifactorial. No se asocia a enfermedades y puede manejarse dermatológicamente con procedimientos no invasivos.
- Secundaria: Se asocia a enfermedades de origen endocrinológico, infeccioso, neurológico, menopaúsico, por algún tumor e incluso hasta por medicamentos.
El tratamiento médico consiste en disminuir la sudoración excesiva mediante productos tópicos, buscando que se inhiba la secreción de las glándulas sudoríparas usando lociones y/o aerosoles o roll-on que contenga sales de aluminio con sustancias antiinflamatorias.
Existen antitranspirantes comerciales de grado clínico con los que puedes iniciar un tratamiento para regular la sudoración. Es importante aplicarlos en piel seca. Para casos más severos existen otras alternativas con mayor concentración del agente activo, las cuales requieren de prescripción médica.
Frecuentemente, a esta patología va acompañada de un olor desagradable, el cual es resultado de la descomposición del sudor por bacterias conocido como bromhidrosis. En estos casos es necesario acudir al médico para el tratamiento específico del mal olor.
Recomendaciones básicas:
- Disminuye la ingesta de café, tabaco, alcohol y picante, ya que las venas se dilatan ocasionando sudoración.
- Utiliza prendas de algodón.
- En lo posible reduce el estrés, la tensión y la ansiedad.
- Extrema la higiene corporal y utiliza productos desodorantes para reducir al máximo posible el mal olor corporal.
- Usa talco. Puede ser útil en los pliegues y los pies.
Tratamientos más comunes:
Inyección de toxina botulínica: Es un método seguro y efectivo en el que se bloquea las glándulas sudoríparas. Sin embargo, sólo es recomendable en áreas de sudor localizadas, como las palmas de las manos y las plantas de los pies y axilas. Su efecto dura entre 7 y 9 meses. El tratamiento es rápido pero puede llegar a ser un tanto doloroso. Por eso se utilizan anestésicos tópicos y hasta bloqueo del área para tolerar mejor el tratamiento.
Termólisis por microondas: Es un procedimiento novedoso que elimina las glándulas sudoríparas por calentamiento, principalmente en las axilas. Se aplica por sesiones, una cada 3 meses con una duración de 23-30 min.
Tratamiento oral: Existen medicamentos anticolinérgicos que pueden ser útiles para combatir la hiperhidrosis.
Simpatectomía: Consiste en la destrucción quirúrgica de los ganglios simpáticos torácicos, que son los responsables de inervar las glándulas que producen la sudoración de las manos. Se recomienda exclusivamente para los casos más severos de hiperhidrosis.