La cena de Navidad tiene un protagonista indiscutible: el pavo. Es el centro de la mesa, la estrella de la noche y, a menudo, el causante de ansiedad en la cocina. ¿Cómo lograr que ese gran banquete no se convierta en un desastre? La respuesta la tiene Gordon Ramsay; una técnica precisa y los consejos de un chef que ha perfeccionado el arte del asado.
Este año olvídate de la carne seca y las presentaciones aburridas. Te traemos los secretos para preparar el Pavo Rostizado con limón, perejil y ajo de Gordon Ramsay, una receta que va a transformar tu ritual navideño estresante en un triunfo asegurado.

El secreto de Gordon Ramsay
El truco maestro de Ramsay es el uso de una mantequilla compuesta. No se trata solo de untar mantequilla en el exterior; la clave es infiltrarla debajo de la piel, en contacto directo con la carne. Esta técnica garantiza que cada bocado esté impregnado de sabor y que la humedad quede sellada durante las horas de cocción.
¿Cómo hacer manteca compuesta?
Mezcla 375 g de mantequilla blanda con el jugo y la ralladura de dos limones pequeños, 3 dientes de ajo triturados y un buen manojo de perejil plano picado. Añade un toque de aceite de oliva, sal y pimienta negra recién molida hasta obtener una crema homogénea y aromática.
El relleno del pavo
Antes de trabajar la piel, prepara el interior del pavo. Sazona generosamente la cavidad con sal y pimienta.
Luego, llénala con aromas que perfumarán la carne desde el interior: mitades de cebolla, una cabeza de ajo partida por la mitad y medio limón son las opciones clásicas de Ramsay.
Algunas versiones de la receta también añaden manzana y ramitas de romero para un toque extra de frescura.

Algunos consejos
- Infiltra con precisión: Con las manos limpias, separa la piel de la pechuga y los muslos, creando bolsillos sin romperla. Toma la mitad de la mantequilla de hierbas y distribúyela uniformemente bajo la piel, masajeando suavemente desde el exterior para cubrir toda la carne. Inserta unas hojas de laurel bajo la piel para un toque de aroma extra.
- Sella y protege: Extiende el resto de la mantequilla sobre toda la piel externa del pavo. Colócalo en una bandeja de asar y cubre generosamente la pechuga con 8 tiras de tocino ahumado. Este es el segundo gran secreto: el tocino protege la carne magra de la pechuga durante la cocción lenta, manteniéndola increíblemente jugosa.
El horneado
La cocción tiene que ser controlada. Comienza a 220°C durante 10-15 minutos para sellar y dorar la piel rápidamente. Baja el horno a 180°C y continúa asando aproximadamente 30 minutos por cada kilo de peso del pavo.
Por ejemplo, un pavo de 5 kilos tardará alrededor de 2 horas y media a esta temperatura. Bastea el ave con sus propios jugos cada 30 minutos.
Y aquí viene el tercer y más importante consejo de Gordon Ramsay: el reposo. Una vez cocido, comprueba que los jugos que salen de la parte más gruesa del muslo estén claros y no rosados.
Retira el tocino y deja descansar en un lugar cálido durante al menos 45 minutos, pero idealmente hasta 2 horas.
Este paso no es opcional, pues permite que los jugos se redistribuyan, ¿el resultado? Una carne infinitamente más tierna, jugosa y fácil de cortar.

Las guarniciones perfectas
Un gran pavo merece grandes acompañamientos. Prueba desde papas rostizadas, zanahorias y chirivías (apio de campo). Coles de Bruselas salteadas con panceta o, por qué no, “Pigs in blankets”.
Esta Navidad, con la guía de Gordon Ramsay, tienes todo para convertir el desafío del pavo en tu momento de gloria. ¡Feliz Navidad y feliz cocina!
