Italia se prepara para vivir un invierno histórico en 2026, cuando Milán y Cortina d’Ampezzo se conviertan en las sedes principales de los Juegos Olímpicos de Invierno. Esta alianza entre la metrópoli más fashion y la reina de los Dolomitas promete ofrecer una experiencia única, combinando el lujo urbano con la majestuosidad de los Alpes.

Milán: mucho más que moda
Aunque es conocida mundialmente como la capital de la moda, Milán tiene una riqueza cultural que va más allá de sus boutiques de lujo:
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El Duomo: La icónica catedral gótica con más de 3,400 estatuas y unas vistas espectaculares desde su terraza
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Galería Vittorio Emanuele II: El shopping mall más antiguo de Italia, con su majestuosa cúpula de cristal
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Teatro alla Scala: El templo de la ópera mundial
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Barrio de Brera: Arte, galerías y encanto bohemio
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Navigli: Los canales que inspiraron a Leonardo da Vinci, hoy llenos de bares y restaurantes
Para los Juegos Olímpicos, Milán albergará las ceremonias de inauguración y clausura, así como eventos de hockey sobre hielo y patinaje.

Cortina d’Ampezzo: la perla de los Dolomitas
Declarada Patrimonio de la UNESCO, Cortina es el destino de invierno por excelencia en los Alpes italianos:
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Pistas de esquí: Más de 120 km de pistas conectadas en la área de Dolomiti Superski
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Tofana: La montaña icónica con miradores que quitan el aliento
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Corso Italia: La calle principal llena de tiendas elegantes y cafés con encanto
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Lagazuoi: Para experiencias de esquí con vistas panorámicas
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Museo de la Gran Guerra: Historia entre picos montañosos
Durante los Juegos, Cortina será sede de eventos de esquí alpino, bobsleigh y skeleton.
Por qué visitar ambos destinos
La verdadera magia está en la complementariedad. Puedes comenzar tu día disfrutando de un espresso en una plaza milanesa y terminar viendo la puesta de sol sobre las montañas dolomíticas. La conexión entre ambas ciudades es sencilla, con trenes y autobuses que hacen el trayecto accesible para cualquier viajero.
El legado olímpico ya se nota en mejoras de infraestructura y servicios, pero el verdadero atractivo sigue siendo la autenticidad de estos destinos. Milán ofrece cultura urbana y sofisticación, mientras Cortina brinda aventura y tranquilidad alpina.

Planifica tu visita
Cualquier época es buena para visitarlas, aunque cada estación tiene su encanto particular. El invierno es ideal para deportes nevados, la primavera para ver el deshielo en las montañas, el verano para hiking, y el otoño para disfrutar de los colores dorados en los bosques.
Estos dos destinos demuestran que Italia siempre tiene algo nuevo que ofrecer, combinando a la perfección la elegancia urbana con la belleza natural más salvaje.
