El acné mecánico, o actualmente mejor conocido como maskné, se refiere al acné que aparece en nuestra cara producido por el uso continuo del cubrebocas. Debido a la nueva normalidad, este problema se ha incrementado y se ha convertido en uno de los problemas más comunes del skincare.
El principal y obvio factor que produce este molesto acné es que la mascarilla impide que nuestra piel respire, lo que provoca acumulación de calor –y sudor muchas veces-, propiciando la obstrucción de los poros, y por consecuente, el desarrollo y acumulación de bacterias que estimulan el acné y otros problemas de la piel, algo que comúnmente sucede en jugadores de futbol americano y el uso del casco por mencionar alguno. Lamentablemente, entre los más afectados se encuentran las personas con pieles grasas y con tendencia a producir acné.
Si estás atravesando por este problema recuerda siempre que la mejor opción es acudir con un dermatólogo; sin embargo, es posible prevenir y controlar el famoso maskné con tu rutina de cuidado de la piel, tomará tiempo y requerirá de mucho esfuerzo, pero estas son algunas acciones que puedes tomar:
- Elige el cubrebocas correcto
Para el beneficio de nuestra piel se recomienda optar por una mascarilla de tela hecha con fibras naturales, siempre y cuando cuenta con los filtros necesarios para que siga siendo efectiva. El algodón es una de las opciones principales, pero se debe de tratar como si fuera ropa interior, no quieres toda esa grasa, sudor y polvo sobre tu cara a diario.
- Evita el maquillaje
Ahora es cuando para hacer una pausa y mostrarnos al natural, evita más que nada aplicar bases y correctores (y más si te gustan muy pesados) para que tus poros respiren un poco más. Si quieres lucir un maquillaje especial es momento de sacarle uso a tus sombras y enfocarte en tus ojos.
- Modifica tu rutina de cuidado de la piel
Limpia perfecta y meticulosamente tu cara en las mañanas y en las noches. Usa productos clave con fórmulas ligeras pero hidratantes compatibles con tu tipo de piel, para evitar poner productos pesados y grasos. No te compliques con muchos productos, lo básico en este momento es más que suficiente.
Recuerda asegurarte de tu tipo de piel antes de cambiar tu rutina. Los productos que a tu amiga o a tu beauty blogger favorita les funcionan, puede que no sean los ideales para ti. Acércate con un experto y combate el problema de raíz.