En pleno corazón del centro histórico de la Ciudad de México se encuentra una joya cultural que celebra un arte milenario: el Museo del Perfume (MUPE). Este espacio es más que un simple museo, es una puerta a un mundo sensorial donde el aroma se transforma en historia, cultura y sofisticación.
Al recorrer sus salas, uno descubre sobre el origen de la creación (y recolección) de esencias; así como la historia detrás de la influencia de las fragancias en las diferentes culturas de nuestra historia, mismas que marcaron la pauta de las tendencias que definen el estilo contemporáneo.
El MUPE alberga una colección de perfumes y frascos históricos que, además de mostrar el desarrollo técnico de la perfumería, nos cuentan historias sobre el lujo y la ciencia detrás de cada fragancia. Desde esencias cítricas y frescas hasta notas amaderadas, cada aroma es un viaje a través del tiempo.
Una de las grandes atracciones del museo es su experiencia inmersiva. Aquí, los visitantes no solo observan, sino que también tienen la oportunidad de experimentar los aromas que han marcado distintas épocas y culturas. Esto permite comprender cómo las fragancias han sido símbolos de estatus, arte y poder. E incluso, el museo también ofrece diferentes talleres olfativos para quienes deseen ser parte de una experiencia incluso más profunda.
Además, el museo no se queda en el pasado. También celebra la perfumería contemporánea, desde los perfumes de las grandes casas de moda hasta aquellos del recientemente popular sector de autor (perfumería de autor o de nicho). Cada sección del museo nos recuerda que a pesar del transcurso de los años, el perfume sigue siendo una expresión de estilo, una forma de comunicación no verbal que refleja la personalidad y el gusto.
El Museo del Perfume es un recordatorio de que el estilo no solo se lleva en la ropa, también se respira. Cada fragancia tiene su propia narrativa, y en el MUPE, cada historia cobra vida a través de las esencias.