Diciembre, cada vez más cerca del invierno, y nada mejor que unos estofados para calentarse con este clima; en esta ocasión, te traemos una recomendación. El ossobuco o chambarete de res, es uno de los cortes de carne que mejor se llevan con los estofados.
El ossobuco, si lo sabes preparar, es una delicia
El ossobuco es un corte de carne que viene de la parte inferior de la pierna de la res, para ser exactos y para que lo entiendas mejor, es el chamorro de la res, también conocido en México como chambarete.
Un corte que tiene alto contenido en colágeno y una textura gelatinosa lo convierten en una elección perfecta para preparaciones largas y, sobre todo, a fuego lento, como los guisos y estofados.
La preparación del osobuco, aunque sencilla, requiere paciencia para alcanzar una carne tierna y llena de sabor. Se recomienda dorar las rodajas en una sartén caliente con un poco de aceite, lo que intensifica su sabor. Posteriormente, se añade una base aromática de verduras como cebolla, zanahoria y apio, junto con vino (tinto o blanco) y caldo, creando un fondo rico y profundo. La cocción lenta descompone el colágeno, logrando una textura que se deshace al primer bocado y un caldo espeso y delicioso.
Tradicionalmente, el osobuco se cocina durante unas dos horas a fuego bajo. Es importante conservar el hueso central, ya que aporta un sabor distintivo al plato. En Italia, el tuétano del hueso es una delicia que suele disfrutarse directamente con una cuchara, mezclándolo con la carne.
Este corte no solo es delicioso por sí solo, sino que también se presta para acompañamientos como puré de papas, arroz o polenta. Su versatilidad y sabor lo han convertido en un clásico en la gastronomía de varias culturas, especialmente en la italiana y la latinoamericana. Sin duda, el osobuco es una opción reconfortante y llena de carácter, ideal para quienes buscan un plato inolvidable.