El aire frío, el viento y los cambios tan bruscos de temperatura entre el exterior y el interior no solo afectan a tu rostro; tus manos son las que reciben todo el daño. La resequedad, la tirantez e incluso la aparición de asperezas pueden arruinar su aspecto. Para el hombre Dapper, cuyas manos son una carta de presentación en un apretón o gesto, su cuidado no es una vanidad, es una necesidad.
Así pues, te presentamos esta rutina, rápida y eficaz, una que será tu mejor defensa para mantenerlas en perfecto estado.
Paso 1: La limpieza delicada, el primer escudo
Evita los jabones que sean agresivos que eliminan los aceites naturales de la piel. En lugar de eso, opta por syndets (detergentes sintéticos suaves) o jabones con pH neutro e ingredientes hidratantes como el aceite de argán o la avena. Un lavado correcto es la base de todo cuidado.

Paso 2: La exfoliación semanal
Una vez por semana, dedica dos minutos a eliminar las células muertas. Puedes usar un exfoliante específico para manos o crear el tuyo mezclando azúcar moreno con un poco de aceite de oliva o de coco.
Masajea con suavidad y enjuaga. Este paso, además de suavizar va a permitir que las cremas penetren mucho mejor.

Paso 3: La hidratación profunda
Tras el lavado y la exfoliación, la hidratación es no negociable. Mantén un bote de crema de manos en tu escritorio y otro en el baño.
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Ingredientes Clave: Busca fórmulas enriquecidas con pantenol, manteca de karité, urea o ácido hialurónico. Estos componentes reparan la barrera cutánea y retienen la humedad.
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El Gestor Dapper: Aplica la crema con un masaje desde las yemas de los dedos hacia la muñeca, prestando especial atención a los nudillos, la zona más propensa a agrietarse.
Paso 4: Protege tus manos
Si vas a pasar tiempo al aire libre, tu crema hidratante no es suficiente. Del mismo modo que proteges tu rostro con protector solar, tus manos lo necesitan. Aplica una crema con FPS 15 o superior antes de salir. Este es el secreto mejor guardado para prevenir el envejecimiento prematuro y las manchas en la piel.
Usa guantes
Un par de guantes de piel fina o de materiales elegantes ya no es un complemento de estilo, una barrera física más efectiva contra el frío y el viento. Son el aliado que no debe de faltar para complementar tu rutina de caballero.
Invertir dos minutos al día en esta rutina no es un lujo, es un acto de autocuidado que se nota. Unas manos cuidadas hablan de ti antes de que pronuncies la primera palabra.
