El Shell Cordovan es un tipo de cuero considerado “superior” por muchos, y con razón. Este material es famoso por su rareza y su distinción inigualable entre quienes tienen el oficio de la marroquinería.
La piel proviene de la parte que cubre los cuartos traseros de los caballos. El término “Cordovan” se origina en la ciudad de Córdoba, España, donde se cree que este tipo de cuero se produjo inicialmente alrededor del siglo VII. Los artesanos marroquíes mantuvieron viva la tradición de su elaboración, pero no fue hasta finales del siglo XIX que los franceses e ingleses descubrieron la calidad de este cuero y empezaron a producirlo masivamente.
Los curtidores europeos que emigraron a América del Norte se llevaron el oficio de la marroquinería, en aquel entonces el uso más común para esta piel era para afilar las navajas de las barberías.
El término Shell Cordovan se debe a que el cuero obtenido se presenta en piezas pequeñas, similares a una concha. Estas piezas no son lo suficientemente grandes para fabricar un par de zapatos completo, por lo que es habitual que artículos como carteras, cinturones o zapatos se confeccionen a partir de varios fragmentos de Shell Cordovan.
Esta sección de la piel de caballo es altamente valorada debido a que, tras el proceso de curtido, adquiere una textura suave, una apariencia impecable y un brillo natural que rara vez se encuentra en otros tipos de piel.
Aunque sí, el resto de la piel del caballo también se curte, pero no es de la misma calidad. El producto como zapatos o accesorios como cinturones y carteras es limitado, pues en todo el mundo se trabaja el Cordovan en algunas partes de América, Japón y Europa.
Es así que un par de zapatos hechos con Shell Cordovan llegan a costar hasta los 800 euros. La inversión en piezas de esta piel es un acierto; puede durar incluso décadas si se le cuida adecuadamente, aunque, es cierto que no requieren de muchos.
La piel se mantiene hidratada gracias a sus aceites naturales, pero si quieres darle un extra de brillo, hay cremas especiales para eso. Además, aguantan genial la lluvia y el paso del tiempo, así que si las usas todos los días, es poco probable que se arruguen.
Definitivamente, los zapatos o cualquier otro producto hecho de Shell Cordovan representan una inversión a largo plazo debido a su durabilidad comprobada.