El traje de corte inglés es sinónimo de elegancia tradicional y sofisticación; tiene sus raíces en la sastrería británica, donde los trajes se confeccionaban con gran atención al detalle y calidad. Este tipo de corte se caracteriza por una estructura más definida y un diseño más formal que otros estilos, como el italiano o el americano.
Una de sus características más relevantes es su ajuste más estructurado y definido en comparación con otros cortes. Las hombreras suelen ser más pronunciadas, lo que le da a la chaqueta una silueta más rígida y formal. Este diseño proyecta una imagen de autoridad y presencia, ideal para quienes desean transmitir una imagen de poder y profesionalismo.
La chaqueta tiene una silueta más recta y formal, proporcionando una figura más robusta y elegante, pero aunque es ajustado, no es tan ceñido al cuerpo como el corte italiano. Además, la chaqueta de corte inglés generalmente tiene dos aberturas traseras. Estas aberturas, conocidas como “double vents”, permiten mayor libertad de movimiento, especialmente al sentarse, y ayudan a que la chaqueta caiga con elegancia cuando se está de pie.
Otra característica clave del corte inglés es la cintura entallada de la chaqueta, que se ajusta ligeramente al torso para crear una figura más estilizada. Aunque la chaqueta tiene una estructura definida, el ajuste entallado en la cintura añade un toque moderno y elegante, diferenciándose del corte americano, que suele ser más holgado en esta área.
Las solapas en el traje de corte inglés suelen ser más anchas que las del corte italiano, lo que refuerza la estética de robustez y elegancia. Las solapas generalmente son de tipo “notch” (con un pequeño corte en la unión con el cuello), aunque también pueden tener el estilo “peak” (en punta) para una apariencia más formal.
Por su parte, los pantalones del traje de corte inglés tienen un corte recto y formal, sin ser tan ajustados como los de un traje italiano ni tan holgados como los de un traje americano. Su diseño es más sobrio, sin detalles llamativos como pliegues frontales o vueltas en el dobladillo.
Relacionado al tipo de tela, el corte inglés se caracteriza por utilizar tejidos de alta calidad, a menudo más pesados que en otros estilos. Los materiales más comunes incluyen lana gruesa, tweed y franela, lo que hace que el traje sea ideal para climas más fríos o para situaciones en las que se requiere mayor formalidad.
Los colores de los trajes de corte inglés tienden a ser más tradicionales y sobrios; los tonos más comunes son: gris oscuro, azul marino y negro, aunque también son populares los tejidos con patrones discretos como las rayas finas o el príncipe de gales.
Es por todas estas características que el traje de corte inglés es perfecto para quienes buscan proyectar una imagen formal, elegante y profesional. Es especialmente adecuado para hombres de complexión mediana o robusta, ya que su estructura definida y sus hombros marcados ayudan a equilibrar la figura. Además, es ideal para ocasiones formales o para quienes prefieren una estética más clásica y atemporal en sus trajes.