Considerada como una de las mejores prácticas para encontrar el balance perfecto entre salud física y mental, la yoga se ha popularizado enormemente durante los últimos años, poco a poco se le ha quitado el estigma hippie y que es exclusivamente para mujeres. Así que para ayudarte a darle una oportunidad a esta práctica altamente beneficiosa, te traemos cuatro de sus más grandes beneficios.
Mejora la concentración
Al tratarse de una actividad que involucra todo el cuerpo, desde nuestros músculos hasta nuestra respiración, al practicarla debemos forzarnos a estar plenamente conscientes de nuestros movimientos y acciones, lo que nos ayuda a generar el hábito de observar y sentir nuestro cuerpo y lo que nos rodea, que resulta en una mayor facilidad para que en las diferentes áreas de nuestra vida esta habilidad se extienda.
Reduce el estrés
Uno de los beneficios más investigados de la yoga es su reducción de niveles de cortisol, también conocida como la hormona del estrés. Inclusive hay quienes comentan que este mismo trabajo con el cortisol también ayuda a la disminución de depresión o ataques de pánico. Desde un lado menos científico, la yoga también ayuda a reducir el estrés al presentarse como una opción de meditación que ayuda a regular las emociones.
Mejora tu vida sexual
En conjunto con tu habilidad para ser flexible, los músculos pélvicos son unos de los que más se trabajan en los ejercicios de yoga, lo que se ve directamente reflejado en tu desempeño en las actividades sexuales. Además, el hecho de que reduzca el estrés, ayuda a las personas a sentirse más tranquilos y en los momentos de actividad sexual, mejorar el líbido.
Ayuda a dormir mejor
Cuando practicamos yoga ayudamos a nuestro cuerpo de diferentes maneras, uno es con la producción de serotonina, que dentro de sus diferentes funciones en nuestro cuerpo es una de las responsables en el aumento de la producción de la melatonina, la hormona que nos ayuda a regular nuestros ciclos de sueño.