El Día de Acción de Gracias se acerca, y no hay nada mejor que celebrarlo agradeciendo con la familia por las bendiciones del año, disfrutando juntos de una comida exquisita, bebidas y postres.
Aunque no todos celebran Thanksgiving, cada vez son más los que se unen a esta tradición. Y aunque personalmente no lo celebro, cualquier ocasión es perfecta para probar nuevas recetas y sabores.
Entonces, si todavía estás decidiendo qué hacer para la cena, aquí tienes 5 acompañamientos fáciles que van perfecto con tu plato principal.

Guarniciones sencillas para thanksgiving
1. Puré de papas con mantequilla y ajo
Ingredientes:
- Papas
- Mantequilla
- Ajo
- Leche o crema
Hierve las papas con piel hasta que estén tiernas. Pela y machaca con un poco de mantequilla derretida, ajo finamente picado y un toque de leche o crema para una textura suave. Ajusta la sal y sirve.

2. Ejotes con almendras tostadas
Ingredientes:
- Ejotes frescos
- Almendras fileteadas
- Mantequilla o aceite de oliva
Blanquea los ejotes en agua hirviendo con sal y pásalos por agua fría. Saltéalos en mantequilla o aceite de oliva y agrega almendras tostadas. Un toque de pimienta molida les dará un extra.

3. Ensalada de otoño con arándanos y nueces
Ingredientes:
- Mezcla de hojas verdes
- Arándanos secos
- Nueces caramelizadas
- Queso feta o de cabra
- Vinagreta de miel y mostaza
Combina todos los ingredientes en un tazón y rocía con la vinagreta antes de servir. Es fresca y colorida, perfecta para balancear sabores.

4. Zanahorias glaseadas con miel
Ingredientes:
- Zanahorias baby
- Miel
- Mantequilla
- Romero fresco (opcional)
Cocina las zanahorias al vapor o en agua con sal hasta que estén tiernas. En una sartén, derrite mantequilla, agrega miel y remueve hasta integrar. Saltea las zanahorias en la mezcla y decora con romero fresco si lo deseas.

5. Panecillos de maíz (Cornbread)
Ingredientes:
- Harina de maíz
- Harina de trigo
- Mantequilla
- Leche
- Huevo
Mezcla los ingredientes en un tazón, vierte la masa en un molde y hornea a 180 °C hasta que estén dorados y esponjosos. Este clásico americano siempre es un éxito en la mesa.
