Con la llegada del calor, nada mejor que refrescarse con una deliciosa bebida. Los cócteles son una excelente opción para disfrutar en compañía de amigos y familiares, y para deleitarse con sabores exóticos e innovadores. Ya sea que tengas planeado salir a tomar unos drinks el fin de semana o quieras prepararlos en tu casa, te traemos algunas recomendaciones que te dejarán increíble sabor de boca.
Piña Colada: Directamente desde las playas de Puerto Rico, la Piña Colada es una explosión tropical en tu boca. Esta mezcla cremosa de ron, crema de coco y jugo de piña, servida en un vaso con hielo picado, te transportará a un paraíso caribeño en cada sorbo. Se cree que fue creada en el Hotel Caribe Hilton en San Juan en la década de 1950.
Mojito Cubano: El Mojito es un clásico que nunca pasa de moda. Originario de Cuba, este cóctel combina ron blanco, azúcar, lima, menta y soda. Su frescura y sabor cítrico lo convierten en la elección perfecta para combatir el calor. Se dice que el Mojito era la bebida favorita del escritor y periodista Ernest Hemingway durante su estancia en La Habana.
Caipiriña Brasileña: La Caipiriña es el cóctel nacional de Brasil y es conocida por su sencillez y frescura. Se prepara machacando limas con azúcar, añadiendo cachaça (un destilado brasileño similar al ron) y hielo. Es una bebida refrescante y vigorizante, perfecta para disfrutar en las calurosas tardes de verano junto a la playa.
Daiquiri de Fresa: El Daiquiri es otro cóctel clásico que ha ganado popularidad en todo el mundo. Originario de Cuba, este refrescante cóctel se elabora con ron blanco, jugo de limón, jarabe de azúcar y fresas frescas trituradas. Su sabor dulce y afrutado lo convierte en una opción irresistible para los amantes de los cócteles frutales.
Spritz Veneziano: Originario de la región del Véneto en Italia, el Spritz Veneziano es un cóctel a base de vino blanco, agua con gas, un toque de licor amargo como el Aperol o el Campari, y una rodaja de naranja. Es una bebida ligera y burbujeante que se sirve tradicionalmente en una copa de vino con mucho hielo. Ideal para disfrutar en una terraza mientras se contempla la puesta de sol.