Más allá de tan solo decorar un espacio, las alfombras o tapetes añaden una vibrante paleta de colores, una sensación de calidez y un toque lúdico a las habitaciones de los niños.
Mihran México, empresa de origen argentino con 50 años en el mercado de creación de tapetes, destaca la importancia de considerar diversos aspectos como materiales seguros, tamaño apropiado y otras características funcionales relevantes, durante este proceso de selección.
“Además de ser elementos decorativos, las alfombras también son herramientas importantes para el desarrollo y el bienestar de los niños. Es fundamental para nosotros priorizar la calidad, seguridad y funcionalidad de estos productos, asegurando así una experiencia positiva para nuestros clientes y sus familias”, mencionó Federico Arslanian, Gerente General de la marca.
Materiales indicados de los tapetes para las recámaras infantiles
En el mundo textil infantil, se presenta una amplia variedad de opciones, donde es crucial asegurarse de que los materiales sean de alta calidad para lograr el efecto deseado. Algo básico a considerar es la seguridad de los bebés, te aconsejamos buscar tapetes resistentes, sin antiderrapantes y que se puedan lavar fácilmente.
Tamaño ideal de tapete para la habitación de un niño
Lograr un equilibrio en el espacio es un objetivo fundamental en la decoración. Para determinar el tamaño ideal del tapete, es crucial calcular el área de la habitación y considerar la disposición de los muebles. En este tipo de recámaras, es habitual encontrar camas individuales.
Por lo tanto, el tamaño del tapete debe ser de aproximadamente 45 a 60 cm más grande que cada lado de la cama, considerando que la cabecera estará adosada a la pared. Si el tapete está destinado para el área de juegos, se deberá colocar en el centro de la recámara, manteniendo una distancia considerable respecto a cada uno de los muebles.
Estilos de tapetes infantiles y su función en el desarrollo
Los tapetes además de que sirven como áreas de descanso, protección o juego, también están diseñados para que los niños aprendan a través de una variedad de colores y texturas. Durante la etapa de estimulación sensorial, los tapetes ofrecen una variedad de texturas que nutren el desarrollo sensorial, potenciando así la percepción del entorno, la coordinación mano-ojo y la destreza fina. Los colores vibrantes y llamativos, por otro lado, ejercen una influencia significativa en el desarrollo visual de los niños, cada uno con su propio impacto emocional que incide en su estado de ánimo y comportamiento.
En el periodo de aprendizaje y desarrollo cognitivo, los tapetes se convierten en un terreno fértil para la exploración y el descubrimiento de diversas formas, tamaños y materiales. Esta experiencia estimula la curiosidad, alimenta la imaginación y despierta la creatividad de los pequeños. Además, a través de conceptos simples, los niños pueden familiarizarse con la identificación, clasificación y ordenación de colores.
Los tapetes son herramientas fundamentales en el desarrollo y el bienestar de los niños. Como último consejo de podemos decir; siempre elige productos de calidad que proporcionen seguridad, estimulen el desarrollo sensorial y promuevan la creatividad, asegurando una experiencia positiva en la que propicia el crecimiento de las familias mexicanas.