Dentro de los varios platillos estrella de la gastronomía italiana, el risotto brilla por mantenerse fiel a los principios de «menos es más», ya que con solo cuatro ingredientes, se mantiene entre los mejores legados de Italia para el mundo.
La palabra risotto es una variación del italiano “riso” que significa arroz, este platillo proviene del norte de Italia, específicamente de las regiones de Piamonte, Lombardía y Verona. La receta original es de solo cuatro ingredientes: arroz, cebolla, caldo y azafrán.
Dependiendo de los ingredientes usados, el risotto es diferente, lo más típicos son: Risotto ai funghi porcini (cebolla, vino blanco y queso parmesano), risotto alla milanese (con azafrán), risotto al parmigiano (queso parmesano y mantequilla), risotto al radicchio (como el primero pero sin queso), risotto alla zucca (con calabaza y quesos típicos), risotto alle zucchine (con calabacín y quesos típicos), risotto alla salsiccia (con un tipo de salchicha italiana, mantequilla, verduras y vino blanco), risotto agli spinaci (con espinacas y quesos típicos), risotto ai frutti di mare (con mariscos y vino blanco), risotto alla asparagi (con espárragos y mantequilla), risotto alla caprese (con tomates, mozzarella y albahaca), risotto alla carbonara (con yema de huevo, guanciale y queso pecorino) y el risotto quattro formaggi (con grana padano, castelmagno, gorgonzola y queso de Bra).
Gran parte del éxito de este alimento es la facilidad de preparlo. Primero sofríes un poco de cebolla y ajo en mantequilla. Luego, añades el arroz arborio y lo remueves para que se impregne bien, después agregas un chorrito de vino blanco para darle sabor y dejas que se evapore. Poco a poco añadirás el caldo caliente removiendo constantemente para que el arroz libere su almidón y se ponga cremoso, la paciencia es indispensable en este paso. Cuando el arroz esté al dente, añades los ingredientes específicos a la receta que deseas crear y listo.
Algo que delata el origen de este platillo es el uso de la mantequilla como ingrediente predilecto para sofreír; la mantequilla es preferida por la región norte, mientras que el aceite de oliva es el predilecto en el resto de Italia. En resumen, el risotto no solo destaca por su sencillez y adaptabilidad, sino también por su capacidad para capturar la esencia de la gastronomía italiana, en especial cuando la clave del risotto perfecto reside en el cuidado y la atención a los detalles.