Nuestra portada de noviembre es una actriz que a lo largo de su carrera ha sabido escoger los proyectos que la desafían y la permiten crecer, tanto en lo profesional como en lo personal. Para Scarlet Gruber, cada personaje ha sido una oportunidad de aprender algo nuevo y de reinventarse.
Desde telenovelas hasta series, pasando por el reto de encarnar a una figura icónica como Gloria Trevi, Scarlet se ha demostrado con una capacidad inigualable para adaptarse y evolucionar. En esta entrevista, platicamos sobre su carrera profesional, el cambio y cómo mantenerte fiel a tu pasión.
Para nuestra portada la selección de sus personajes no es casualidad, tienen un trasfondo.
“Siento que los personajes llegan a mi vida cuando más los necesito. Todos vienen acompañados de enseñanzas profesionales que terminan por enseñarme cosas también en mi vida personal. Siempre me han atraído las historias que me permitan explorar emociones complejas porque me encanta retarme a nivel actoral. También considero proyectos que resuenen con mi público, que dejan alguna huella y conecten de alguna manera con las personas que lo ven”.
Y justo este mismo ideal la hizo encontrarse con uno de los papeles más desafiantes para ella: interpretar a Gloria Trevi. Ya que desde sus gestos hasta su particular manera de moverse en el escenario, cada detalle requería una precisión casi quirúrgica. Esta experiencia le permitió adentrarse en un mundo lleno de contrastes, lo que enriqueció su crecimiento como actriz.
“Gloria es una figura icónica de la música latina, por la tanto siempre supe que generaría expectativas por parte de su público. La vida de Gloria está llena de altibajos emocionales y controversias, que me exigieron no sólo dominarla en el aspecto físico, sino también incurrir en un complejo viaje emocional y personal. Entrené exhaustivamente para no decepcionar al público, adentrándome en sus gestos, su manera de hablar, y su forma tan peculiar de moverse en el escenario. El reto estaba en el equilibrio delicado entre imitar y crear una interpretación personal”.
Otro de los temas relevantes que platicamos Scarlet fue el cómo lograr la frescura después de tantos años de trabajo en la televisión.
“En lo personal, la clave para mantener frescura en mi actuación es nunca dejar de aprender y estar siempre abierta a nuevos retos. Me encanta reinventarme constantemente a través de mis personajes. Cada proyecto es nunca oportunidad para descubrir algo nuevo, ya sea a través de la historia que interpreto, el personaje, o mis compañeros de trabajo. Soy una mujer sumamente curiosa y apasionada, y me enfrento a cada personaje como si fuera el primero”.
Algo muy curioso de saber sobre Scarlet es que su carrera no comenzó en la actuación, sino en la danza y la influencia de este arte es palpable en el impacto actoral que ella tiene.
“La danza me ha dado una conciencia corporal que me permite conectar de una manera más profunda con las emociones y los movimientos de mis personajes. Además, la danza me ha inculcado una disciplina que es fundamental para ejercer en esta carrera. Hay una gran importancia en la expresión no verbal, muchas veces lo que no se dice con palabras puede ser igual o más poderoso cuando sabes cómo utilizar tu cuerpo para transmitir emociones”.
“Además, no solo me ha ayudado a entender el ritmo y la fluidez en las escenas, sino que también me aporta una ventaja al abordar coreografías cuando el personaje lo requiere. Al interpretar a Gloria Trevi, tuve que memorizar coreografías de tres minutos que tenían que verse idénticas a las suyas. Agradecí enormemente el tener un entrenamiento previo que me ayudó a tener más seguridad escénica”.
A lo largo de su carrera, el atreverse a tomar retos y buscar crecer han hecho que ella haya experimentado una transformación personal significativa.
“Cuando comencé mi carrera era una mujer muy tímida. Me costaba mucho comunicar lo que sentía o quería. A través de los años, he encontrado mi voz y me he convertido en una actriz mucho más segura de lo que quiere y de lo que sueña. Ya no tengo miedo alguno y eso ha sido una liberación muy bonita”.
Cerrando nuestra conversación con Scarlet le hicimos la pregunta: “Si tuvieras que darle un consejo a la versión más joven de ti misma cuando empezaste, ¿qué le dirías?”
“Le diría que tenga paciencia y confíe en su proceso. Cuando comienzas, es muy fácil dejarte llevar por la presión de querer resultados rápidos o de compararse constantemente con los demás. Pero cada carrera es única, y los altibajos de la actuación forman parte del viaje. También le diría que no tenga miedo, que los errores que cometes te llevan a crecer como artista y como persona. A esa Scarlet tímida y reservada, le diría que se libere porque la luz de cada quien es única, y la de ella merece ser vista”.
Para esta actriz, el viaje apenas comienza, y cada nuevo reto es una oportunidad de seguir creciendo y evolucionando como artista.
