El kéfir es una bebida láctea fermentada que se elabora a partir de la leche, puede ser de vaca, de cabra, de oveja, incluso de leches vegetales o agua azucarada. Es rica en probióticos, lo cual va a favorecer tu salud intestinal; por ello ha ganado gran popularidad en años recientes.
Una bebida con un sabor ligeramente ácido y una textura efervescente, diferenciándose del yogur de toda la vida, gracias a su proceso de fermentación y su perfil probiótico más robusto.
¿Qué es el Kéfir?
Como ya te dije, es una bebida láctea fermentada, originaria de la región del Cáucaso, este elixir se ha consumido durante miles de años y es conocido por mejorar la digestión y por fortalecer el sistema inmunológico. Aunque en ocasiones se le suele confundir con el yogur, la diferencia entre ambos está en su proceso de fermentación, el cual involucra una combinación de bacterias y levadoras, resultando en un perfil probiótico más diverso.
“Kéfir” no es solo el producto final, sino que también se refiere a los gránulos utilizados para su fermentación, que se asemeja en apariencia a pequeños racimos de coliflor. Estos pequeños gránulos se componen por una simbiosis de microorganismos, los cuales transforman la leche en una bebida ligeramente ácida y efervescente, rica en nutrientes y fácil de digerir.
Pero bueno, pasemos a lo que venimos ¿cuáles son sus beneficios?, y mejor, te vamos a decir cómo prepararlo.
Beneficios del Kéfir
El kéfir es reconocido por su capacidad para mejorar la salud intestinal y digestiva. Es gracias a su alto contenido en probióticos ayuda a restaurar la flora intestinal, resultando en beneficios tras tratamientos con antibióticos o en caso de trastornos gastrointestinales, por ejemplo, el síndrome del intestino irritable.
Facilita la digestión y también puede aliviar problemas como la gastritis. Además, puede llegar a fortalecer el sistema inmunológico, la salud cutánea y la reducción de colesterol en la sangre.
Para preparar kéfir puedes hacerlo tanto con leche como con agua.
Prepara Kéfir de leche
Ingredientes y utensilios:
- 1 litro de leche de tu preferencia
- 20 a 50 gramos de nódulos de kéfir
- Un tarro de vidrio (de un litro o más)
- Un paño limpio
- Colador
Pasos
Agrega los nódulos en el tarro de vidrio y vierte la leche; es importante decir, que no importa si es leche entera, pues el kéfir va a reducir la lactosa. Llena el tarro hasta la mitad.
Cubre el tarro con el paño limpio y asegúralo con una liga; así el aire va a circular. Deja el tarro a temperatura ambiente en un lugar oscuro por lo menos, 24 horas para que fermente.
Una vez pasado el tiempo, utiliza el colador para separar los nódulos del líquido. El resultado es tu kéfir de leche. Puedes reutilizar los nódulos para hacer más kéfir; puedes congelarlos o si lo prefieres, comerlos en ensalada, porque sí, se pueden comer.