Al igual que la Navidad, el Día de San Valentín se ha convertido en una oda al capitalismo. Aunque para algunos estas fechas van más allá de los objetos materiales, no podemos negar que ciertos regalos se han vuelto todo un cliché.
Por eso, aquí te presentamos algunas ideas de regalos que consideramos menos convencionales y más originales.
Olvida los chocolates
No es que los chocolates sean un mal regalo, pero definitivamente no pueden ser el regalo principal. Aunque si los presentas en una caja elegante, su significado puede aumentar considerablemente. Sin embargo, las cajas en forma de corazón con bombones, chocolates o trufas han perdido su romanticismo para convertirse en algo superficial.
Todos hemos escuchado que el camino al corazón de alguien pasa por el estómago. Así que, si quieres regalar algo comestible, olvida los chocolates, que son un cliché, y opta por otras opciones como un vino espumoso rosado.
O, si quieres ser más selectivo y tu pareja es un amante del café, ¿por qué no regalar unas tazas especiales o incluso una selección de granos de café de diferentes lugares? Sería como una experiencia de degustación única.
Las flores se marchitan
Las flores son otro cliché, y posiblemente uno de los peores. Son hermosas cuando florecen en primavera, pero incluso en la tierra duran más que después de ser cortadas y presentadas en un ramo.
Claro, al igual que con los chocolates, puedes intentar ser más creativo que regalar una docena de rosas rojas. En su lugar, te recomendamos regalar algo más duradero y visualmente atractivo, como un terrario eterno o incluso un terrario convencional. Algo que no sea difícil de cuidar y que pueda perdurar en el tiempo.
¿Salir a cenar? Mejor cocina algo especial
“Mi Día de San Valentín perfecto? Estoy en casa, con tres teléfonos frente a mí, atendiendo llamadas desesperadas de personas que quieren una de las cincuenta reservaciones que hice en restaurantes hace más de 6 meses.” -Dwight Schrute-
Salir a cenar puede ser una gran cita, pero definitivamente no en San Valentín, ya que los restaurantes estarán abarrotados debido a la fecha. Imagina que, incluso si logras entrar a un restaurante sin reservación, el lugar estará lleno de músicos, vendedores de rosas y, en el peor de los casos, propuestas de matrimonio en público.
En San Valentín, todo el mundo intenta hacer algo especial, y creemos que la solución es cocinar algo en casa. Preparar una cena especial por tu cuenta añade un valor emocional único. Si cocinar no es lo tuyo, siempre puedes buscar un lugar fuera de lo común, algo grande y atrevido donde normalmente no comerías. ¡Lo importante es el momento que compartes!
