En el mundo de la nutrición consciente, donde cada elección alimenticia es un acto de autocuidado, la hidratación emerge como pilar fundamental de la salud. María Fernanda Bores, nutrióloga con más de cinco años de experiencia en la industria alimentaria y actual colaboradora en Danone, empresa líder en salud y nutrición, nos guía a través de este acto cotidiano pero esencial. Apasionada por la educación nutricional y convencida de que pequeños hábitos generan grandes transformaciones, Fernanda dedica sus días a desarrollar estrategias que vinculen ciencia, bienestar y estilo de vida. Interesados en su experiencia, platicamos un poco con ella para aprender más de este tema.
La deshidratación afecta desde nuestro rendimiento cognitivo hasta la salud renal, advierte la especialista. Con la claridad que caracteriza su enfoque, explica cómo incluso una leve falta de hidratación puede manifestarse en fatiga, dolores de cabeza o dificultades digestivas, comprometiendo ese estado de gracia que tanto valoramos en la vida cotidiana.
Cuando se trata del método más adecuado para hidratarnos, Fernanda es categórica: “la forma más eficaz y saludable es beber agua natural a lo largo del día. Se recomienda un consumo mínimo de 2 litros diarios en adultos, aunque puede variar según la actividad física, el clima o el estado de salud”.
En un mercado saturado de opciones enriquecidas, la experta desmitifica: “el agua no necesita aditivos para ser saludable. Lo fundamental es que sea segura para el consumo, lo que significa que esté libre de contaminantes y cumpla con los estándares de calidad establecidos”.
¿Y qué decir de esos mitos que equiparan la hidratación con el consumo de frutas y sopas? “Aunque frutas, sopas y otros alimentos contienen líquidos, no sustituyen el papel del agua natural. Beber agua permite una absorción directa y eficiente”, aclara mientras explica cómo el agua regula la temperatura, transporta nutrientes y desintoxica con una eficiencia inigualable.
Pero quizás el aspecto más fascinante de esta conversación surge al explorar el vínculo entre hidratación y belleza. Fernanda comenta: “la piel es de los primeros lugares donde se nota si estamos bien o mal hidratados. Cuando tomamos suficiente agua, suele verse más suave, luminosa y con mejor elasticidad. Además, una buena hidratación ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y favorece la renovación celular, lo que se traduce en una piel más saludable. Hidratarse con agua natural como Bonafont es una forma sencilla pero poderosa de cuidar tu belleza desde adentro“.
Al profundizar sobre el agua Bonafont, la nutrióloga revela: “Bonafont es un agua 100% natural que proviene de manantiales ubicados en territorio mexicano. A lo largo de su recorrido subterráneo, se filtra de forma natural, lo que le otorga un perfil mineral equilibrado. Gracias a este origen, ofrece una hidratación ligera, segura y naturalmente poderosa”, cualidad que resuena con quienes buscan su bienestar de forma consciente.
Sobre el momento ideal para hidratarse, su consejo es simple pero revelador: “Lo ideal es mantener una hidratación constante durante todo el día. Comenzar la mañana con un vaso de agua ayuda a activar el metabolismo. Es recomendable aumentar la ingesta antes y después de hacer ejercicio o al exponerse al sol. Es importante no esperar a tener sed, ya que esta es una señal tardía de deshidratación. Incluir agua natural en tu rutina es la mejor estrategia para estar bien hidratado“.
Después de este diálogo, queda claro que hasta el acto más simple -como beber un vaso de agua- puede llevarte a un estilo de vida más saludable.
