El ritmo de vida ajetreado en la ciudad es producto de un estrés constante. El crecimiento urbano muchas veces ignora las necesidades de los habitantes, por lo que a veces nos podemos sentir abrumados frente a la selva de asfalto.
Esta urbanización atenta con el bienestar y la salud de los ciudadanos, olvidando la importancia que tiene la naturaleza en nuestra salud. Es por esto que las áreas verdes son un factor decisivo y diferenciador a la hora de elegir un nuevo hogar.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la naturaleza influye directamente en nuestra salud física y emocional, de ahí la importancia de los espacios verdes accesibles en las ciudades.
Contar con espacios verdes mejora la calidad del aire puesto que los árboles limpian la polución excesiva de los espacios citadinos. Además, los parques y jardines tienen una cualidad imprescindible: regulan la temperatura. Esto quiere decir que en temporadas cálidas, las viviendas que están cerca de zonas verdes son mucho más frescas.
Los parques inciden positivamente en la cotidianidad de las comunidades, ya que son espacios de reunión entre vecinos, de recreación y conexión con la naturaleza. Estos lugares generan comunidad, un pilar para la salud mental. Sin embargo, la mayoría de las ciudades están por debajo de los árboles que recomienda la OMS, ya que se necesita un árbol por cada tres habitantes y entre 10 y 15 metros cuadrados de zonas verdes por cada ciudadano.
Las comunidades planeadas son uno de los grandes ejemplos de la relevancia de los jardines, puesto que no existe un complejo planeado que no cuente con grandes espacios verdes. La planeación de residencias como Preserve Sur, demuestra los beneficios integrales de un desarrollo en armonía con la naturaleza.
Es por esto que la sostenibilidad en los complejos habitacionales es de suma importancia, añadiendo valor desde distintas perspectivas. Incorporar espacios verdes en las zonas habitacionales mitiga el estrés y mejora la planeación urbana. Esto se debe a que las zonas verdes conectan a los peatones con su comunidad, una cualidad que prioriza el desarrollo de las infancias. A esto se le llama crear vida en comunidad, una prioridad de Complejos Residenciales.
Lo que ha consolidado a Preserve Sur como un lugar cómodo para vivir es el empeño de su planeación, donde la estructuración inmobiliaria prioriza las zonas verdes que, en consecuencia, mejoran la infraestructura de todo el complejo. Los centros ecuestres armonizan e influyen directamente en la vida de los residentes, creando un desarrollo integral y en contacto con la naturaleza y el deporte.
Cada día escasean más los parques y zonas verdes, por lo que vivir rodeado de naturaleza más que una necesidad se está convirtiendo en un lujo. Cuidar de los espacios verdes a los que tenemos acceso mejora nuestra calidad de vida y la de toda nuestra comunidad.