Carla Barbotó: la mujer que impulsa a Paccari

“Es importante que nosotras como mujeres nos sigamos capacitando para que, ahorita estamos en un mundo más de mujeres, estemos listas para esas oportunidades que nos pueden dar, o incluso nosotras crear nuestras propias oportunidades bajo nuestros propios talentos”.

La empresa chocolatera Paccari, se ha convertido en una de las empresas en crecimiento más grande de este sector en América Latina y su impacto inclusive ha llegado a niveles internacionales. Desde su fundación en 2002 hasta la fecha, el deseo de elaborar chocolate con el cacao fino de aroma ecuatoriano el cual tuviera un firme compromiso con la ética y la sostenibilidad, impulsa constantemente a sus fundadores, la pareja de esposos de Carla Barbotó y Santiago Peralta, a dar lo mejor por mantenerse fieles a sus ideas y al crecimiento de la empresa.

 

 

En esta ocasión tuvimos la oportunidad de platicar con Carla, quien gracias a su trayectoria desarrollando exitosamente un modelo de negocios emblemático, se ha convertido en una figura referente del emprendimiento; en pocas palabras, ella es la mente maestra administrativa detrás de Paccari, pero ¿qué significa para ella este esfuerzo de años?

 

“Yo creo que para mí significa un sueño hecho realidad. Cómo empezamos hace 22 años con la idea de hacer una empresa con propósito, que tenga esos valores y que podamos impactar de una forma positiva en la sociedad. Entonces, desde que iniciamos hasta ahora ver lo que ha pasado (y que todavía tenemos tanto por caminar) es realmente para nosotros como un sueño hecho realidad. Justo lo que queríamos, se plasmó”.

 

Y la pregunta que varios de nosotros nos hacíamos, ¿cómo es trabajar con tu pareja? Carla nos comentó lo más sencillo y lo más complicado de trabajar con Santiago.

 

“Lo más sencillo es que los dos tenemos el mismo objetivo, los dos queremos empujar nuestra empresa hacia el mismo objetivo. Entonces es lindo, porque al final del día los dos tenemos esa misma meta. Lo difícil a veces es cómo también aprender a soltar las ideas, pero dependiendo de cuál idea es mejor, también ser como poder soltar y tomarnos en cuenta que como estamos los dos yéndose a la misma dirección y queremos lo mismo, entonces la mejor idea se le pone en la mesa, se reflexiona y luego de eso tienes que decir, sí, esa es mucho mejor tu idea”.

 

 

“Y aprender a eso ha sido un camino largo, ahorita te digo fácil, pero sí es un proceso que uno tiene que ir también cediendo. Y sí, aunque cuando eres emprendedor es difícil dejar de pensar en el negocio, [es necesario] poner punto aparte, darnos cuenta que cuando estamos en casa, estamos ya con los niños y todo, pues entonces ya también entramos de modo más familia, aunque sí nos salen también cosas de la empresa, porque así mismo es, pero también es lindo, porque al final del día nuestros hijos también se están contagiando de esa pasión”.

 

Además, Carla es el ejemplo perfecto en contra del estereotipo de tener que abandonar el sueño de ser empresaria en favor de ser madre o viceversa, y nos compartió un consejo para las mujeres que gustan incursionar en esta rama laboral.

 

“Yo creo que primero hay que soñar en grande, hay que creernos que podemos, tenemos que valorarnos como mujeres y darnos cuenta que sí, a veces puede ser un reto ser mamá, ser empresaria, ser profesional, pero al final todo lo podemos hacer. Y creo que otra cosa muy importante también es saber escoger nuestro equipo y también escoger a un buen marido que también a él le pregunten lo mismo que a nosotras, «¿cómo equilibras tu vida entre el trabajo y tus hijos?» Que ellos formen parte de ese equipo que es la crianza, que sea un rol compartido. Entonces creo que es una pregunta que también sería lindo poder hacerles a ellos y que se sientan cómodos respondiéndola”.

 

 

“Y también es importante que nosotras como mujeres nos sigamos capacitando para que, ahorita estamos en un mundo más de mujeres, estemos listas para esas oportunidades que nos pueden dar afuera, o incluso nosotras crear nuestras propias oportunidades bajo nuestros propios talentos”.

 

Aunado a su compromiso con Paccari, Carla siente un compromiso (y responsabilidad) de inspirar a nuevas generaciones de mujeres empresarias.

 

“También es parte de mi propósito y el legado que me gustaría dejar: hacer sentir a todas las mujeres que lo podemos lograr y que podemos lograrlo donde nosotras nos propongamos, así como debemos creer muchísimo en nosotras; definitivamente mi idea es poder inspirar también. Siempre hay retos, pero también es parte de la vida y es parte también de disfrutar el camino, no solo la meta, es también tener esas proyecciones de vida mucho más grandes y que soñemos bien”.

 

 

Terminamos nuestra charla con Carla preguntándole qué sigue para Paccari.

 

“Seguir transitando por este camino de sostenibilidad, por este camino de respeto al medio ambiente, por este respeto a la cadena de valor, seguir fortaleciendo nuestra marca también en los diferentes países en los que estamos, seguir educando también al consumidor final, al consumidor consciente de lo que hay detrás de un chocolate con este propósito y también seguir expandiéndonos en todos los mercados en los que estamos. Específicamente en México quizás en algún momento se pueda abrir una tienda de Paccari en las que tienes la experiencia de chocolate y puedes probar más de 60 tipos de chocolate que tenemos con diferentes sabores, entonces creo que ese sería por ahí otro camino a transitar en un mediano o largo plazo”.

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