Degustar un vino puede ser una de las experiencias culinarias más plenas que existen en la gastronomía, siempre y cuando se haga de manera adecuada.
Al respecto el Enólogo Francisco González, visitante en la Feria del Queso y el Vino 2022 en Tequisquiapan relata que se debe tener la conciencia de poner atención en todos los sentidos para que se puedan degustar los matices de la uva que lo conforma.
No importa si se trata de un Champagne, un cava, un vino tinto o un blanco; esto aplica en todos los casos.
Específicamente en los populares “Lambruscos”, la experiencia puede que no sea tan notoria debido a su estructura y que la burbuja es diferente al conocido “rosario” que forman los espumosos en su fermentación.
3 principales pasos para catar
El primer paso según relata es la vista, se debe de jugar en la copa; de globo para vinos blancos y tintos; incluso rosado, tomándola por el tallo e inclinando la copa 45 grados sobre una superficie blanca para notar el verdadero color.
En el caso de los vinos tintos, entre más marrón sea su color, mayor es su añejamiento y en el caso de los blancos entre más ámbar aplica el mismo principio.
Esto se debe realizar en las variantes de espumoso, pudiendo ver el color y las burbujas en forma de rosario.
Posteriormente se debe de agitar el vino, oxigenarlo y olerlo, para poder notar las tonalidades en este sentido.
Después se pasa por el paladar, tomando un sorbo pequeño; e impregnando toda la boca con suavidad, después se debe de hacer una exhalación para que el aroma del vino pase por el olfato de nuevo y deje el “bouquet”.
El cuerpo es notorio en la copa en la segunda fase, quedando una ligera capa aceitosa que entre mayor sea, más será su calidad.