(Spoilers ahead)
Después de un año y medio de su victorioso estreno, esta película de Bong Joon-ho ya ha sido elogiada y analizada un sinnúmero de ocasiones. Ha ganado premios y aplausos completamente merecidos, pero en esta ocasión abordaremos el final de la película y lo que significa, pues muy seguramente hay un detalle que todos nos perdimos la primera vez que la vimos, y que podría cambiar totalmente el sentido del filme.
El director de la cinta utiliza muy inteligentemente el sembrado de información, mostrándonos las causas u orígenes de lo que más tarde se recogerá como resolución dramática. Vemos esto cuando Ki-taek, el padre de familia, encuentra un insecto blanco sobre la mesa, y posteriormente les indica a sus hijos dejar las ventanas abiertas para que entre el gas del servicio de fumigación pública. Se muestra la salsa roja con la que aderezan su pizza mientras buscan una forma para deshacerse del ama de llaves, y después la utilizan para simular su sangre y conseguir su despido. Aunque estos ejemplos sean evidentes, existen a lo largo de toda la película en mayor o menor escala.
De esta forma, el final de Parasite espejea el inicio mostrando que después de todo lo que ha sucedido, Ki-woo y lo que queda de su familia están en la misma situación; debajo de la tierra. El hijo promete a su padre en una carta trabajar hasta poder comprar la casa en la que está encerrado y rescatarlo, y nos damos cuenta que todo lo que vimos en el montaje anterior no era más que una ilusión. Esto puede dejar la pregunta abierta respecto a qué crítica estaba realizando Bong Joon-ho. ¿Está a favor de la meritocra
cia y trabajar por lo tuyo, marcando como culpable a la familia Kim? ¿Está diciendo que Ki-woo nunca lo logrará, señalando la injusticia del sistema? ¿Fue demasiado nimio? ¿O tal vez sutil pero concreto?
El final secreto prometido no es un corte del director con una resolución diferente para la historia, sino la canción que acompaña los créditos, llamada Un vaso de Soju, escrita por el mismo Bong Joon-ho. En ella se describe la vida de Ki-woo después de la película como un obrero miserable y desgastado. El propio actor que la interpreta, Choi Woo-Shik, ha comentado lo triste del caso, pues a su personaje le tomaría 564 años de trabajo comprar la casa, haciéndonos ver que realmente nunca tuvo oportunidad. El problema es que la letra está en coreano y no tiene subtítulos, por lo cual es muy poco probable para el espectador cerrar ese círculo.
Parásitos está repleta de signos, paralelismos y significados que podemos seguir encontrando cada vez que la veamos, sin embargo, la canción de los créditos lleva a la pregunta ¿Para quién es esta película? Definitivamente para Corea del Sur, en principio, pero una obra estrenada en Cannes estaba destinada a ser para todo el mundo. El filme de Bong Joon-ho es asombroso en muchos aspectos, pero este pequeño detalle podría ser la diferencia entre una crítica dura y consistente al sistema, y una historia triste de sueños no cumplidos, y no tan frecuentemente los créditos son considerados como parte de la narrativa de la película. ¿Es entonces tan Parasite tan perfecta como todos dicen?
