Fernando Alonso, uno de los pilotos más icónicos en la historia de la Fórmula 1, es una leyenda que dejó su marca en el automovilismo mundial al destacarse en cada categoría en la que compitió. Fue campeón de las 24 horas de Le Mans en 2018 y 2019, además de las 24 horas de Daytona en 2019.
Con dos campeonatos mundiales en su haber, la ambición con conseguir la tan ansiada “33” y un tercer título mundial, se ha convertido en un objetivo que lo impulsa a seguir compitiendo en los más altos niveles. El asturiano sueña con volver a ganar en Fórmula 1 y darle a victoria más a los fanáticos, ya que desde 2013 en el Gran Premio de España no sube a un primer lugar.
A medida que se acerca el inicio de la temporada 2025, el camino hacia la victoria “33” de Fernando Alonso está lleno de desafíos, aunque también, de oportunidades.
El legado de Fernando Alonso
Desde su debut en 2001, Fernando Alonso ha acumulado una notable trayectoria. Su primer campeonato llegaría el 25 de septiembre de 2005. La historia dice así: quedaban solo tres grandes premios para el final de la temporada, y Fernando Alonso llegaba a Brasil con la posibilidad de proclamarse (matemáticamente hablando) campeón del mundo.
Alonso llevaba ya cuatro carreras sin poder ganar; ya en la carrera, Fernando quedaría campeón si conseguía que Raikkonen, su rival más cercano en la tabla, no le remontara cinco puntos o más. Alonso mantuvo el liderado en la salida, y aunque no salió con la victoria, ese tercer lugar en el podio le dio los puntos necesarios para asegurar el campeonato.
Con 133 puntos al final de la temporada, superó a Raikkonen por 21 puntos. En su momento, esta victoria convirtió a Fernando Alonso en el campeón del mundo más joven, con tan solo 24 años.
El año siguiente repetiría su hazaña para ser dos veces campeón del mundo de Fórmula 1; la victoria de Alonso en 2005 marcó el fin del domino de Ferrari y Schumcacher, quienes habían dominado la máxima categoría desde el 2000.
Camio a la “33”
Tras conseguir dos títulos mundiales, Alonso no volvería a tocar la gloría, pues en años posteriores solo logró subcampeonato tras subcampeonato. En 2017 compitió en las 500 Millas de Indianápolis, y para 2018 ya estaba en varios proyectos que le permitieron diversificar su carrera.
Ganó las 24 Horas de Le Mans con Toyota Gazoo Racing, logrando dos victorias consecutivas en 2018 y 2019, además de competir en las 500 Millas de Indianápolis, aunque, esta última nunca logró una victoria.
Como dato, Alonso es de los pocos en poder conseguir la triple corona del automovilismo, pues tiene en su vitrina Mónaco y Le Mans, solo falta Indianápolis. Además, el piloto nunca ocultó su deseo de ir por la Triple Corona.
Esto nos lleva a 2025, con Red Bull quizás, terminando su dominio. Aston Martin (equipo de Alonso), se enfrenta al campeón de constructores: McLaren. Y a un Ferrari que llega fuerte con un siete veces campeón del mundo en sus filas: Lewis Hamilton.
El haz bajo la manga de Aston Martin puede ser Adrian Newey; el cerebro más cotizado de la Fórmula 1. La expectativa es alta, aunque tal vez debamos esperar un poco para ver resultados.
Newey está inhabilitado por Red Bull, pues una cláusula en su contrato no le permite desarrollar un monoplaza (en este caso, el AMR25) hasta el 2 de marzo de este año. Y con el cambio de normas en 2026, la temporada 2025 parece que será una de transición donde no veremos cambios significativos para varios monoplazas.
El tiempo y expectativa están sobre Alonso, veremos si aún le queda combustible en el tanque para, por lo menos, competir en 2026 y estar detrás de la tan ansiada victoria número 33.