¿Cuáles son las inquietudes de alguien que ha decidido dedicar su vida al derecho? El equipo de En Bici tuvo la oportunidad de platicar con Bernardo Perera, un joven abogado, docente de la Universidad Anáhuac. Charlamos sobre su trayectoria, algunas reflexiones respecto al derecho y la participación ciudadana, así como sobre su faceta de emprendedor.
¿Quién es Bernardo Perera?
De cierta manera, soy un rebelde al que le gusta romper paradigmas en lo laboral. Siempre he buscado tener ciertos distintivos respecto a mis iguales y también me considero un apasionado por el aprendizaje.
Hay una idea generalizada de que el maestro a la hora de enseñar, también aprende de sus alumnos. ¿Tú qué has aprendido en este tiempo que te has desempeñado como profesor?
Creo que es totalmente cierto. Si bien, al final, dar clases es una pasión, digamos un hobby, porque tristemente en nuestro país es bastante mal pagado la docencia, los aprendizajes que te deja son grandísimos.
Al final, explicar un tema te convierte en experto en el mismo. Es muy complejo tratar de explicar un tema si no lo conoces a profundidad.
Yo siempre digo que las problemáticas deben resolverse de manera interdisciplinaria, no solamente desde un área técnica del conocimiento. Entonces dialogar con ellos prende mucho el foco para pensar cómo resolver situaciones del día a día.
¿Cuáles son las áreas de oportunidad en el sector público?
Yo lo que creo que hace falta mucho en este país, es una participación democrática. Esto quiere decir que nosotros, como ciudadanía, no nos involucremos sólo cada seis o tres años en la selección de representantes, sino que estemos motivados en una participación democrática del día a día.
¿Cómo te ha sido esta cuestión del emprendurismo?, ¿a qué te has enfrentado?
Es un tema complejo. El despacho lleva ya por lo menos tres años, con sus altas, con sus bajas, con un equipo consolidado, luego un equipo nuevo, con distintas oficinas. La verdad es que ha sido un proceso complejo pero divertido, porque al final es lo que me gusta hacer. Es lo que me apasiona hacer y provoca que me levante todas las mañanas con ganas de venir a chambear. Esa es la realidad.
Los problemas, al final, son parte de esos retos que te vas encontrando día a día en cualquier área laboral, y principalmente, con la idea de emprender un negocio propio.
Claro que llama la atención, claro que es siempre un proceso interesante el crecimiento y el tener el negocio propio, pero sí implica diversos retos.
Hay un autor, Nicholas Taleb, que usa un concepto que es “antifrágil”, él dice que algo frágil es algo que se cae, o que ante una situación compleja, se destruye. Y lo “robusto” es aquello que se cae, no se rompe, pero tampoco se inmuta. Él habla de este concepto de antifrágil en donde dice que son aquellas cosas que ante situaciones adversas, en lugar de destruirse como lo frágil, crecen y se vuelven más poderosas, creo que el ser humano por naturaleza es así; cuesta mucho trabajo, pero hay que aprender de las situaciones complejas para aprovecharlas y ver de qué forma se puede crecer.
