No hay duda de que París es y siempre será uno de los destinos favoritos para visitar, esto gracias a su impresionante arquitectura, sus impresionantes museos y por su gran cantidad de boutiques Haute Couture, que la posicionan como la capital de la moda.
Además, que la ciudad más romántica del mundo, también es famosa por sus atractivos turísticos, como la Torre Eiffel, el museo de Louvre o el Moulin Rouge; sin embargo, existen más atractivos que son poco conocidos dentro de París, por lo que podrás visitarlos cómodamente, sin preocuparte por largas filas de espera.
Arenas de Lutecia (9 rue Monge, 75005)
En el Barrio Latino, se encuentra un antiguo anfiteatro galorromano que data del siglo I y que era utilizado como teatro y arena, capaz de albergar a más de 15,000 espectadores. Actualmente, el recinto se encuentra abierto al público, pues regularmente se presentan espectáculos en el lugar, además de ser un espacio muy recomendado para realizar picnics o pasar un rato, pues es común encontrar a personas jugando fútbol, a la petanca o solo tomando el sol.
El Teatro Italiano (19 rue de la Gaîté, 75014)
Caminando por el distrito 14 se puede encontrar una colorida fachada azul, distintiva del Teatro Italiano, único en su clase en Francia, pues aquí se presentan obras en francés, basadas en la commedia dell’arte, de autores italianos como Goldoni, Fiorilli o Gherardi y de autores contemporáneos; siendo una oportunidad única para ver una función de comedia italiana.
Villa Vassilieff (21 avenue du Maine, 75015)
Para los amantes del arte también tenemos opciones, pues podemos encontrar un atelier d’artiste en el barrio de Montparnasse, conocido como Villa Vassilieff, data de 1900 y fue un sitio de encuentro para vanguardistas como Modigliani, Picasso, Léger o Chagall, además de haber sido habitado por Marie Vassiliev, una antigua alumna de Matisse. Es un excelente punto para apreciar el arte y conocer los diferentes procesos creativos de los artistas.
La Isla de los Cisnes (75015)
Se trata de una Isla artificial ubicada entre los puentes de Grenelle y Bir Hakeim. Es un sitio perfecto para visitar por su espectacular vista de la Torre Eiffel, y para realizar un relajante paseo rodeado de vegetación y el río Senna. Además, en el paraje se encuentra una réplica de la Estatua de la Libertad, que fue regalada por residentes parisinos en Estados Unidos para conmemorar el centenario de la revolución francesa.
