Madrid, la capital de España, es una de las ciudades que ofrecen una gran variedad gastronómica. En esta sección de sándwiches alrededor del mundo, vámonos hasta el viejo continente para probar un bocadillo típico de Madrid: el bocata de calamar.
La historia del bocata de calamar está estrechamente ligada a la tradición culinaria de Madrid. Aunque no hay una fecha exacta que nos diga cuándo se originó, lo que sí sabemos es que, por allá de mediados del siglo XX, en las tascas y bares madrileños, se terminó por popularizar como una opción rápida, sabrosa y económica.
Orígenes en Madrid
Lo sabemos, la ciudad no tiene costa, pero siempre ha mantenido una estrecha relación con los productos del mar gracias a su enorme red de mercados y comercios de la zona. El calamar es un producto que abunda en las costas españolas.
A Madrid llegaba para ser preparado de manera sencilla: cubierto de harina y frito en aceite caliente.
La idea de servirlo en un bocadillo surgió como una solución práctica para los madrileños que querían comer algo sabroso, rápido y barato. Así pues, el bocata de calamar se convirtió en una opción popular en los bares, sobre todo en zonas del centro como la Plaza Mayor y Sol.
¿Cómo se hace?
Un conjunto de ingredientes sencillos, pero con la suficiente fuerza para hacerlo algo fuerte y sabroso. Comienza por el pan, este tiene que ser blanco, de preferencia crujiente por fuera y tierno por dentro. Esta es la base perfecta para sostener los calamares.
Y hablando de calamares, estos son trozos de calamar cubiertos de harina y fritos hasta alcanzar un dorado perfecto. El secreto está en que tienen que quedar tiernos por dentro y crujientes por fuera.
El gran final es un limón que se exprime sobre los calamares, lo que le da un toque de frescura y acidez. En algunos lugares, también se sirve con mayonesa o salsa brava.
El bocata calamar en la cultura madrileña
Más allá de ser un alimento, el bocata de calamar es todo un fenómeno cultural. En Madrid, es clásico ver a grupos de amigos, familias y turistas disfrutando de este manjar en los bares más emblemáticos de la ciudad.
Establecimientos como La Campana, cerca de la Plaza Mayor, o El Brillante, cerca de la estación de Atocha, han ganado popularidad por servir los mejores bocatas de calamar. Literalmente, son templos para los amantes de este plato.
Además, como es típico en la comida, este se ha extendido a otras regiones de España, sobre todo en las zonas turísticas. También se han generado debates sobre dónde se sirve el mejor bocata de calamar, si lleva o no mayonesa, si lleva limón o no. Son el tipo de preguntas que han llevado a varios bares a rivalizar por este bocadillo.
Así que, la próxima vez que te encuentres de paseo por las calles de Madrid, no olvides pasarte por alguno de los bares que sirven este reflejo de la esencia madrileña.