Convertirse en el mejor siempre es un camino difícil, detrás del reconocimiento y los aplausos siempre hay una historia de esfuerzo que escapa a la vista de la gente.
Eso lo tienen bien claro los chefs mexicanos Rogelio Castañón y Alfonso Ovalle, quienes participaron y ganaron uno de los concursos gastronómicos más importantes que hay en el mundo: el Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca.
Con amor mexicano como ingrediente secreto, o en sus propias palabras, “mexican love”, los cocineros, oriundos de Zacatecas -patrocinados por la Secretaría de Turismo de Querétaro, encabezada por Adriana Vega Vázquez Mellado y los viñedos Freixenet-, se embarcaron a la conquista de Valencia, una de las ciudades considerada como punto de origen de dicho platillo.
Para lograr cosas diferentes, hay que hacer cosas diferentes: y es por ello que los mexicanos entrenaron por dos meses en la costa para recrear las condiciones de calor que enfrentarían durante el concurso en Valencia, esto bajo la recomendación del chef Franz Salmón; el día del evento pudieron constatar el valor del consejo.
“Yo creo que la temperatura, el calor, para nosotros sí fue muy complicado”, recuerda Rogelio; “nosotros viajamos a la playa, a la costa, para acondicionarnos a las mismas condiciones de allá, lo más complicado fue manejar el calor, imagínate estar en línea con 42 paelleros cocinando a la leña, en la playa, a las 12 del día, con una temperatura de 34°C”, complementa Alfonso, quien señala que por estas condiciones estuvo a punto de sufrir un golpe de calor.
En mayo pasado, Alfonso y Rogelio ganaron el Festival y Concurso de Paella Valenciana que organiza anualmente Freixenet, entre los premios por este logro se encontraba el participar en el concurso de Valencia, representando así a Querétaro, concurso que a la postre también terminarían ganando.
Para celebrar, Freixenet y la Secretaría de Turismo de Querétaro organizaron una muestra gastronómica en sus instalaciones para que los chefs pudieran cocinar frente al público local la receta ganadora. Mientras acomoda las piezas de carne en aceite chisporroteante Rogelio explica lo largo que ha sido el camino hasta el primer lugar ha sido largo, pues practicaron la receta por cuatro años y medio antes de alzarse con la victoria; lo más desafiante es controlar la leña, detalla el chef, pues, a diferencia de una estufa, en la que se puede regular la intensidad, con la leña no es tan sencillo, por lo que dominar este aspecto es todo un reto.
Durante el evento, alguien pregunta cuál fue el secreto para alzarse con la victoria: “Yo creo que el ingrediente secreto fue el ‘mexican love’”, dice entre risas Rogelio, y añade (… la confianza, la perseverancia, todos los paelleros tienen los mismo ingredientes, es la misma receta, no hay un ingrediente secreto, pero yo creo que sí, que el factor que hizo la diferencia fue la práctica, la confianza, y tomarse las cosas en serio”, concluye, mientras una amplia sonrisa le surca el rostro.
por Raúl Mendoza