Dentro del mundo de los perfumes, podemos encontrar miles de opciones, pero pocos resaltan por su antigüedad, tradición y técnicas artesanales.
La casa Creed, fundada en 1760 por James Henry Creed es una de ellas, la favorita de la Corte Inglesa la cual fungía como el proveedor de la casa real, a partir de ahí, los perfumes fueron solicitados por todas las cortes de Europa: desde Napoleón III y la Emperatriz Eugenia, de Francisco José y Elisabeth de Austria y Hungría, a la reina Cristina de España.
Sus creaciones subieron como la espuma por la calidad y originalidad en todo el viejo mundo. Este “know how” ha sido heredado por cientos de años a descendientes directos de James Henry Creed, algo poco usual en el mundo del lujo, que se caracteriza por la rapidez y cambios continuos. Olivier Creed, director general actual, es el sexto en la línea después de doscientos treinta años. Un genio de la perfumería que crea él mismo sus nuevos perfumes y lidera la compañía.
Desde sus inicios, llegaron a desarrollar perfumes exclusivos para celebridades, políticos y grandes personalidades. Entre muchas personalidades del siglo XX se encuentran Winston Churchill (Creed Tabarome Millesime) o John F. Kennedy (Creed Vetiver).
El best-seller de la compañía llegó en 2010, el Creed Aventus, el cual sigue encabezando numerosos rankings en todo el mundo. Otras fragancias muy populares son las Millésimes de Creed, elaboradas con las esencias más nobles, y contienen el mayor número de elementos naturales de la perfumería francesa. Cada esencia siguen siendo seleccionada personalmente, como la Rosa de Bulgaria, de Turquía, de Marruecos, los jazmines de Italia o de Francia, el lirio de Florencia, las tuberosas de la India, los pétalos de violetas, narciso, rosas y jazmín.
La técnica de infusión de las fabricaciones industriales modernas, permiten al artesano Olivier Creed, conservar su originalidad, en todos sus perfumes y creaciones. Las fórmulas están trituradas, mezcladas, maceradas y filtradas a mano siguiendo la tradición del fundador James Henry Creed.
Otro punto que vale la pena resaltar son las botellas que contienen el tan deseado líquido, formas y materiales de alta calidad, que evocan recipientes de ensueño, que incluso han sido piezas de colección. Respecto a los precios, rondan alrededor de los ocho mil pesos, dependiendo del tamaño y presentación, en México, es posible encontrarlas en Saks Fifth Av. y Palacio de Hierro, dama y caballero.