En México, la temporada navideña se celebra con una rica tradición culinaria que va más allá de los platillos tradicionales: el ponche de frutas, una bebida que suele tomarse caliente y que reconforta paladares y corazones en esta época de frío.
Desde un punto de vista gramatical, la palabra “ponche” se relaciona con la antigua palabra “pãc”, que significa cinco, en referencia a los cinco ingredientes utilizados originalmente en la preparación: aguardiente de vino de palma, azúcar, limón, agua y té.
Aunque es común pensar que el ponche tiene sus raíces en México, en realidad, es una introducción europea a la gastronomía mexicana. Con la llegada de la Conquista y la evangelización en la Nueva España, las prácticas religiosas católicas, incluyendo la celebración de la Navidad, trajeron consigo la costumbre de beber ponche.
El origen de esta deliciosa bebida frutal se remonta a la India. La palabra “ponche” tiene un origen incierto, pero algunos historiadores e investigadores sugieren que podría derivar de los antiguos pueblos persas en Oriente Medio. Existe evidencia de que los persas consumían una bebida llamada “panch”, elaborada con agua, limón, hierbas, azúcar y ron. Con el tiempo, esta bebida llegó a Europa, donde experimentó transformaciones y adaptaciones, adoptando el nombre de “punch” en inglés y, finalmente, siendo llamada “ponche” por los españoles.
Aunque la receta del ponche mexicano se ha vuelto única en el mundo, su aceptación y adaptación no se limitaron solo a México; varios países de América del Sur también adoptaron la tradición. Sin embargo, las recetas varían, ya que en otros países el ponche se prepara con leche, huevo, clavo y canela, similar a lo que conocemos como rompope.
Así, el ponche, a pesar de no ser originario de México, se ha arraigado profundamente en la cultura culinaria del país, ofreciendo una variante única y deliciosa que ha conquistado paladares no solo en México, sino en toda la región.
Además de su sabor exquisito, el ponche navideño también aporta beneficios para la salud. Las frutas utilizadas en su preparación contienen vitaminas y antioxidantes que refuerzan el sistema inmunológico. Las especias, como la canela y el clavo de olor, tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Además, la calidez de la bebida puede ayudar a aliviar el malestar estomacal y proporcionar una sensación reconfortante durante los meses más fríos del año.
No cabe duda de que el ponche navideño en México no es simplemente una bebida, sino un vínculo entre generaciones, una expresión de identidad cultural y una deliciosa tradición que agrega un toque especial a las celebraciones navideñas.
