Cuando el enólogo Antonio Treviño Martínez Estapé regresó de Europa -luego de trabajar en la producción de la vid en Italia-, lo hizo con la firme convicción de instalar un viñedo en el lugar donde ahora se yergue la vitivinícola San Juanito, una de las más representativas y con más éxito de Querétaro.
Así lo relata Antonio Treviño Salazar, director de Operaciones de la empresa, quien recuerda que al principio las cosas no pintaron de manera positiva, pues, luego de contratar los servicios de un especialista, encontraron que la tierra no era la ideal, ni tampoco el clima, sin embargo, a un kilómetro de la finca principal encontraron, afortunadamente, un punto idóneo para la producción de la vid.
“Arrancamos, plantamos en 2011, la primer cosecha fue en 2013, las primeras botellas de prueba fueron en 2015, 2016, pero la gran sorpresa fue que metimos a concursar los vinos de nuestra primer cosecha, y obtuvimos una medalla de oro, una medalla de plata (…) en España y en Inglaterra”, relata Treviño Salazar.
Temporada de vendimias, una fiesta de agradecimiento
Es sábado y el sol brilla con fuerza en el semidesierto queretano. Ubicado en San Juan de la Laja, Tequisquiapan, el viñedo de San Juanito se erige en una planicie que deja ver, al fondo, la majestuosa Peña de Bernal, eje simbólico del mismo logo de la empresa.
San Juanito inaugurará la temporada de vendimias en el estado, y con ello dará arranque a la época más importante para el sector enológico de la entidad, pues representa que la uva ha alcanzado el momento culminante de maduración y está lista para ser recolectada.
Para fortuna de los presentes, aunque el sol brilla con fuerza, el viento corre rampante entre mesas y mezquites, haciendo ondear a placer las decenas de papeles picados que han sido dispuestos como adorno en la explanada.
Para el comienzo se ha pedido la presencia de un sacerdote católico, quien realiza una breve ceremonia a fin de bendecir la vendimia de este año, luego, con un girasol en mano, camina entre vides y presentes, arrojando agua como símbolo de bendición.
Y así da inicio, de manera formal, la temporada de vendimias de Querétaro; pronto una banda de músicos comienza a tocar melodías clásicas, mientras botellas de vinos rosados y tintos viajan en manos de meseros rumbo a sus felices destinatarios, quienes ya disfrutan de las ricas gorditas de Bernal en su mesas, así como las pizzas de jamón serrano o peperoni que se pueden ordenar para acompañar la bebida.
Actualmente, el viñedo produce 10 etiquetas, de las cuales, ocho son vinos tintos y 2 rosados, uno de ellos, espumoso; la producción de esta casa les ha permitido ganar un total de 83 medallas internacionales.
San Juanito es un espacio pet friendly, donde las personas pueden acudir en familia, con amigos o con niños, acompañados de sus mascotas; abre sus puertas los fines de semana, comenzado en viernes, y las personas pueden disfrutar de distintas amenidades, desde recorrer sus instalaciones y degustar una buena copa de vino, hasta montar a caballo o incluso hospedarse en la casona de la finca, la cual cuenta con 5 habitaciones, que pueden ser rentadas de manera individual o en conjunto.
En el lugar también se pueden albergar distintos tipos de eventos, desde bodas o cumpleaños, hasta reuniones de negocios o de trabajo. Todo con el objetivo de que los visitantes tengan la mejor experiencia en el lugar.
Treviño Salazar y Treviño Martínez, van de un lado a otro, charlando, sonriendo y saludando a los visitantes; hay felicidad, y también agradecimiento pues, al igual que en los últimos años, la vid ha brindado su fruto, y, como decía Gustav Mahler, «una copa de vino, en el momento oportuno, vale más que todas las riquezas de la tierra.».