Cuando hablamos de parques nacionales, uno que siempre figura en los primeros puestos de las listas es el estadounidense, Yellowstone, el cual no solo resuena por ser el primero en el mundo, sino también por la riqueza y diversidad de sus paisajes.
Fundado en 1872, Yellowstone es un destino que ha capturado la imaginación de exploradores, artistas y viajeros por más de un siglo; ubicado entre los estados de Wyoming, Montana y Idaho, este parque se extiende por más de 8,900 km². En su territorio encontramos un sinfín de flora, fauna y geología: desde géiseres que estallan con precisión cronometrada, como el famoso geiser Old Faithful, hasta vastos bosques y praderas.
Para los amantes de la aventura, Yellowstone ofrece actividades que van desde el senderismo en rutas que abarcan cientos de kilómetros, hasta la pesca en sus ríos cristalinos. El parque también es hogar de algunos de los mejores puntos para acampar y en la noche, las estrellas te darán un espectáculo inolvidable.
Lo mejor es que hay actividades para todos, si eres de los busca un escape más tranquilo, las aguas termales y las formaciones geotérmicas únicas proporcionan una experiencia casi meditativa. Estos paisajes, formados por miles de años de actividad volcánica, crean un entorno que parece sacado de otro mundo.
Yellowstone no es solo naturaleza, también es historia. Desde las tribus nativas americanas que consideraban estas tierras sagradas, hasta los primeros exploradores que documentaron su belleza, el parque es un ícono de legado cultural estadounidense.
Ya sea que te atraigan sus paisajes geotérmicos únicos, la posibilidad de avistar animales salvajes en su hábitat natural, o simplemente la paz que ofrece un entorno casi intacto, Yellowstone es una parada obligatoria para cualquier amante de la naturaleza y la aventura.
